Yuanfen

C. Historiador

Después de que los pilotos de La Resistencia se alzaran en vuelo para cumplir las misiones que se les habían encomendado, Nakia, Kadet y Heyden retornaron con los demás al Tantive IV para poder descansar, despidiéndose del gemelo en la puerta de la sala médica

- No puedes seguir durmiendo ahí – Dijo el joven Twi'lek al verla acomodarse en la silla que estaba a un costado de la cama

- Está bien – Contestó ella, restándole importancia – Es esto o dejarte solo

- Puedes dormir conmigo – Le sugirió

- No creo que Leda apruebe esa idea – Sonrió Nakia - Estás convaleciente

- Ya, pero cuando regrese de ir a ver a los Younglings, nosotros estaremos dormidos – Argumentó Kadet – Dudo que interrumpa mi descanso solo para sacarte de aquí

- Me sorprende tu osadía – Opinó, haciéndolo reír

- Se me debe haber dañado algo en el cerebro... Venga, es una broma – Aclaró él, al verla fruncir el ceño

- ¿En serio? – Preguntó sorprendida, quitándose las botas - Pues tal vez si se te dañó algo

Kadet se removió para hacerle espacio, poniéndose de costado y dejando su lek herido sin apoyar en la almohada, mientras ella dejaba que él la abrazara. Subieron las mantas por sobre sus cabezas para que no fuese fácil distinguir a lo lejos que estaban juntos. Nakia alzó su cabeza, e inmediatamente sintió el aliento de él, quien buscaba sus labios para besarla

Un escalofrío recorrió sus cuerpos y abandonaron prontamente la timidez inicial, dejando que las apabullantes emociones que sentían los embargaran, mientras sus corazones latían con fuerza por tal anhelado encuentro. Se extrañaban, eso estaba claro.

- Nakia – Susurró él, haciendo un gran esfuerzo por separarse de su boca – Leda va a volver en cualquier minuto

- Ya no eres tan temerario ¿ah?

- No... - Rio Kadet, suavemente

Escucharon pasos y rápidamente se abrazaron, para aplacar sus agitadas respiraciones. Se quedaron inmóviles, notando como Leda o quizás Tarvos, se detenía en el umbral de la puerta por algunos minutos, suspirando aliviados cuando oyeron que se marchaba.

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Poe había tenido la esperanza de dormir temprano hoy, pero el tono de voz con el que Mila lo había contactado por el intercomunicador no le había gustado. Preocupado, salió de su habitación, hasta llegar a la de Leda

- Creí que tenías el turno nocturno – Dijo él, al encontrarse con ella saliendo de ahí

- Solo vine a arropar a los niños, jefe – Aclaró bromeando - ¿Mila te llamo?, más vale que se comporten, hay menores de edad – Le advirtió

- Lo tendré en cuenta – Concedió Poe

El dormitorio de Izan y Leda era el único que había sido modificado dentro de la nave, teniendo que unir dos con tal de que existiera el suficiente espacio para ellos y los Younglings. Cuando los turnos de ambos coincidían, Mila solía llevarse a Delio consigo y así poder cuidar de todos.

- No pensé que vendrías tan rápido – Habló la Corelliana

- Me dejaste ansioso – Explicó él