LIX. Desalojo

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Nakia empezaba a desesperarse, el tiempo parecía pasar con demasiada rapidez y aún estaba intentando ordenar el desorden que tenía en su dormitorio. No sabía cómo era que había acumulado tantas tonterías, considerando que en Endor no tenían acceso a muchas cosas. La puerta de su habitación sonó y fastidiada por que la fueran a interrumpir, atendió

- ¿Necesitas ayuda? – Preguntó Kadet, con una tímida sonrisa

- ¿Ya has terminado? – Contra preguntó ella

- Ayer, si

- ¿En serio? ¿cómo lo haces? – Dijo suspirando al mirar su propio caos

- Soy más práctico que tú con las cosas – Le respondió divertido – Además, empecé a hacerlo en cuanto nos dijeron que eventualmente nos iríamos

- Eso fue astuto – Comento Nakia alzando las cejas - Pues... creo que si me vendría bien un poco de apoyo

Él sonrió complacido de que ella no rechazara su ofrecimiento. Utilizó la misma estrategia con la que había guardado sus propias cosas, por lo que de manera eficaz y efectiva, en media hora habían logrado acomodar todo en la mochila y la bolsa de género que Rey les había entregado para que empacaran.

- ¿Nakia? – Sonó la voz de Ben a través de la puerta

Ella se movió apresuradamente, para dejar pasar a su Maestro

- Estaba ayudando a Nakia con sus cosas – Se justificó Kadet por su presencia en el lugar, sin que nadie le preguntara nada

- Lo han hecho bien, ni siquiera pareciera que este fuera tu dormitorio. Creo que es primera vez que puedo distinguir la cama – Dijo Ben bromeando – Bueno, ya que están ambos aquí, se los diré a ustedes primero. Llegará una nave desde Ajan Kloss para llevarse todo y a todos. Necesitaré que apenas eso ocurra vayan al bosque, frente a la puerta principal con sus cosas, rápida y disimuladamente. Los estaré esperando – Concluyó, despidiéndose de ellos y yendo a informarle lo mismo a los gemelos.

Rey, en ese intertanto y luego de la conversación con los Younglings, había ido a ayudar a Finn y Poe en el traslado de las camas y algunos últimos muebles que quedaban. Vieron a Mila a lo lejos junto a Delio, quien la acompañaba cargando pequeñas bolsas con cosas. Probablemente él le había insistido en hacer su parte

- ¿Te ha dicho algo? – Preguntó Rey a Poe

- No, apenas si me mira – Dijo él seriamente

- Tal vez las cosas cambien cuando lleguen allá – Opinó ella con optimismo

- Si, quizás intente robarnos una nave e irse – Contestó Poe, más preocupado que molesto por aquel posible escenario

- Si no quiere quedarse una vez que lleguemos, déjala que se vaya – Dijo Finn

- Eso puede ser peligroso para nosotros y para ella – Apreció Rey

- Solo está ofuscada, no está acostumbrada a tener que depender de otros - Comentó Poe - Cuando ha tenido que hacerlo, las cosas le han salido muy mal. Ha perdido mucho y tenido una vida muy dolorosa

- ¿Cómo sabes eso? – Le preguntó sorprendido Finn

- Converso con la gente

Continuaron acarreando distintas cosas, hasta que de pronto Finn se paró en seco, mirando a Poe

- Espera, no te he visto hablar mucho con Mila en público, a no ser... – Dijo él escudriñándolo intensamente con la mirada, hasta que logró poner incómodo a su amigo - ¡No te creo! ¡Yo te cuento todo!

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