XXXIX. Te equivocas

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Rey sudaba a causa del esfuerzo. Mantener a Ben fuera de su cabeza era difícil. Estaban sentados uno frente a otro y él no dejaba de mirarla intensamente a los ojos con el brazo levantado hacia su rostro. Él siempre encontraba una forma de debilitarla y esta vez no fue la excepción, puesto que cuando le sonrió, se desconcentró y perdió por completo el control de su propia mente

- Rey...

- Estoy cansada – Dijo ella a modo de excusa

- No puede una simple sonrisa hacerte perder el foco – Dijo Ben

- No es una simple sonrisa – Contestó ella

- ¿Ah no? – Dijo él un poco confundido

- Es tú sonrisa – Le aclaró ella

Él meneó la cabeza en negación sin poder evitar sonreír, esta vez, mas ampliamente

- Tomaremos un descanso – Contestó él acercándose a ella para besarla y recostarse a su lado – pero tenemos que seguir

Ben estaba muy insistente con el entrenamiento entre ellos y no le daba respiro a Rey. Llevaban tres días de intensa preparación mental y física en el claro para su misión en Kessel, esto adicionado a sus actividades diarias, las cuales no habían cambiado.

Ella cubría a Finn con los Younglings, tiempo en el que Ben se iba con los gemelos a entrenar, mientras que en las tardes se encargaban mantener las cosas funcionando en la Academia, al fin y al cabo de pronto el lugar contaba con veintiséis  personas

Ben observó que Rey se había quedado dormida y se acomodó más cerca de ella para disfrutar de aquella imagen y dejarla descansar por al menos unos treinta minutos más, lamentando realmente tener que despertarla.

- Perdona – Dijo él besándola en los labios con suavidad – Tenemos que irnos

Ella lo apegó a si misma por el borde de la chaqueta y volvió a besarlo, haciendo que Ben se riera por eso. Rey se reincorporó, sin soltarlo, jugueteando con su lengua y logrando atraparle las muñecas contra el pasto, haciendo que él quedara a su merced. La situación subió de tono, algo que se daba con bastante facilidad en ellos.

- Tienes que complacer a tu futura esposa – Dijo ella mientras movía con suavidad sus caderas sobre él

- Estoy de acuerdo con eso – Respondió divertido – Pero creí que estabas cansada

- Dormir me hizo bien – Contestó Rey, mientras volvía a besar su cuello con insistencia

Ben cerró los ojos un momento para disfrutarla. Amaba a Rey con todos sus matices, pero definitivamente ella lograba volverlo loco cuando se ponía deseosa de él. Zafó una de sus muñecas y la tomó por el cuello para besarla en los labios profundamente.

- Tenemos que irnos – Volvió a decir él – Te prometo que tendremos tiempo para esto más tarde

Rey hizo espontáneamente un puchero y Ben no pudo resistirse, acercándose otra vez a su boca para morderle con suavidad el labio inferior. Se miraron intensamente por algunos minutos, pero no les quedó más opción que levantarse del piso para ir a la Academia. De camino, se detuvieron un momento para volver a besarse, con un fuerte apetito por el otro, el cual tuvieron que controlar o seguramente terminarían desnudos en mitad del bosque.

Cuando llegaron, fueron por los gemelos para partir al entrenamiento, pero Kadet salió de pronto de su habitación, interceptándolos

- Maestros, he terminado – Les dijo

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