Yuanfen

VI. ¡Ouch!

Heyden cayó aturdido en el piso a causa del disparo del bláster que le había llegado por la espalda. Su hermano Jayden hizo una mueca y Nakia no pudo evitar reírse burlonamente con el arma aun apuntando a su compañero

- No es para reírse – Dijo Finn haciendo una seña a los demás para que le ayudaran a levantar el cuerpo del joven – Este descuido equivale a estar muerto

Nadie comentó nada más y simplemente sacaron al gemelo del pequeño campo de entrenamiento que había atrás de la academia. Era un espacio muy poco usual y desentonaba notoriamente con todo el entorno boscoso, pues, aunque estaba al aire libre, su base estaba compuesta de cemento, con pilares del mismo material, naves viejas, escombros y obstáculos de diferente tipo para practicar el uso de variadas estrategias.

Finn se encargaba de prepararlos en una especie de entrenamiento militar. Él, Rey y Poe habían acordado que lo mejor que podían hacer, era instruir a los futuros Jedi con una formación lo más completa posible, que compensara la inexperiencia de ella en este asunto.

El propio entrenamiento de Rey no había sido del todo formal, ya que mucho de lo que sabía era gracias a su instinto, lecturas intensivas de los textos sagrados y las visitas de Luke durante el primer año en el que se formó la academia, sin olvidar por supuesto, la preparación que tuvo junto a Leia en Ajan Kloss. Cualquiera diría que aquello era más que suficiente considerando las circunstancias, pero en un comienzo, Rey tenía crecientes dudas e inseguridades, por lo que sus amigos le habían propuesto esta idea, algo que ella agradecía, ayudándole también a alivianar su carga.

Cuando Heyden se recuperó, le recriminó a Nakia la manera sucia en la que le había disparado por la espalda, pero la chica ni siquiera se inmutó

- No puedes pretender que, por el hecho de que sea nuestra amiga, no te atacaría. Esta solo es una forma de demostrar lo importante que es estar atento a tu entorno. Si hubiera sido real, estarías muerto – Manifestó Kadet con superioridad – La Maestra Skywalker siempre nos lo recuerda, tal vez si estuvieras más concentrado en el entrenamiento...

Finn le dio la razón al joven Twi'lek, lo que generó el fastidio de Heyden, quien le hizo una mueca burlona a su compañero en cuando este le dio la espalda. Nakia y Jayden reprimieron una sonrisa.

Como la clase ya había terminado, los Padawan comenzaron a caminar en dirección a sus habitaciones para poder asearse y descansar un rato. En el trayecto, Nakia se adelantó a los gemelos para hablar con Kadet

- Así que, ahora me defiendes y enfatizas que soy tu amiga – Expuso ella con una sonrisa amarga - ¡Ouch! Eso me duele

Kadet se paró en seco mirando al vacío y esperó a que los demás les adelantaran. Apenas hubo una buena distancia entre todos ellos, miró a Nakia, quien se había cruzado de brazos, esperando

- Eres mi amiga y has estado más atenta al entrenamiento que Heyden, no entiendo tu cuestionamiento – Le contestó seriamente

- Sabes a lo que me refiero – Insistió ella, dulcificando su expresión

El joven Twi'lek suspiró incómodo, mirando al piso sin tener intenciones de continuar la conversación, por lo que simplemente retomó su camino, dejándola atrás.

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Desde ayer que Finn veía a Rey un poco inquieta, moviéndose de un lado a otro por toda la academia. La había encontrado muy temprano en la sala de comunicaciones y hurgando en la biblioteca. Parecía obsesionada con algo mientras revisaba los mapas estelares, algunos libros, hablando en voz baja para sí misma, a tal punto que, ni ayer ni hoy había entrenado con los Padawan.