Yuanfen

XXXIII. Tortura

Rey caminaba a paso firme hasta los hangares, con Finn, Poe, Izan y Leda a sus espaldas. Se detuvo de golpe al ver aterrizar el "Desconcierto", notando desde lejos bajar a BB-8 y a los rescatados que salían agradecidos y eran recibidos por los demás con tal de darles cobijo y cuidados médicos. Se sentía aliviada, pero también muy enfurecida

Ben apareció cojeando por la rampa junto con Maz, que fue la última en bajar y Rey caminó lentamente hacia la nave, regalándole a Maz una sutil sonrisa al pasar por su lado. Cuando llegó dónde Ben, quien se había quedado aparentemente paralizado,  lo miró de pies a cabeza, notando las heridas por debajo de la ropa rasgada

-          Estás herido – Le dijo

-          No es nada – Le contestó él con una tímida sonrisa al percibir el remolino de emociones de ella – Estoy bien... Rey, yo...

Una fuerte bofetada le impidió terminar la oración. Tragó saliva aparatosamente y solo la miró a los ojos sin decir nada.

El sonido de aquel golpe fue tan fuerte, que Poe y Finn detuvieron su caminar y se voltearon con la boca abierta a mirar la escena, pero Maz los empujó a ambos para que siguieran avanzando, alejándose del lugar.

Ben no pudo evitar temblar asustado por la creciente ira de Rey

-          Lamento haberte engañado – Dijo él con una notoria preocupación en su voz – Tenía que hacerlo, estabas obsesionada con...

-          ¡No es solo eso! – Dijo ella alzando la voz - ¡NO QUIERO PERDERTE! ¡NO OTRA VEZ!

Intentó reprimirlo, en verdad que lo intentó, pero no pudo.

Un llanto doloroso y sin control salió del pecho de Rey. No eran lágrimas de tristeza, sino de frustración, de rabia, de pánico, casi como si se hubiera abierto un manantial de emociones reprimidas, como si cada lágrima llevara el profundo terror que tenía de perder a Ben, quien se sintió miserable por hacerla llorar de esa manera

-          Lo... si-siento– Le dijo intentando calmarla y acercándose a ella 

Intentó abrazarla, pero Rey lo rechazó con un fuerte empujón, completamente furiosa. Ese gesto le partió el corazón a Ben.

-          ¡NO ME TOQUES BEN SOLO! – Dijo ella entre lágrimas intentando calmarse sin éxito – ¿Cómo has podido traicionarme así? Tú, Finn y Poe son... 

Ella no terminó de hablar, al ver como Ben insistía en atraparla con los brazos, por lo que le lanzó un par de manotazos para zafar de él, sin poder conseguirlo.

Finalmente Rey se dejó abrazar por él y sintió como su calor la calmaba, pero ella no quería calmarse, necesitaba hacerle entender que esto no era solo un berrinche. Levantó una de sus manos y la puso al costado del rostro de Ben, proyectando las emociones y recuerdos de ocho años de dolor, de vacío y soledad que le había escondido  a los demás desde su pérdida en Exegol.

Ben se estremeció, pues el dolor de Rey se hizo propio y no pudo evitar derramar algunas lágrimas. Solo ahora era capaz de entenderlo. Ella se lo había contado antes, pero nunca había llegado a dimensionarlo de esta manera. Ahí estaba, la oscuridad de Rey, envolviéndola por completo.

Rey era una mujer fuerte, él era consciente de eso y era una de las tantas cosas por las cuales la admiraba, pero su ausencia había sido devastadora para ella, quien luchaba día a día de manera agónica por no caer en aquel abismo. Si la historia hubiera sido diferente, si él la hubiera perdido no habría sido capaz de soportarlo. Lo sabía, ahora lo sabía.