XCV. Despertar

435 45 155
                                    

Apoyó los brazos en el muro de la ducha para descansar su cabeza en ellos. No podía recordar cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que se sintió así. Probablemente serían varios años.

Sus historias de amor nunca resultaban bien, pero tenía un extraño presentimiento en relación a él... ¿Sería diferente? Al menos eso le parecía. Tal vez era demasiado pronto para ilusionarse, pero, aun así, inevitable. Sonrió para sí misma, dejando que el agua caliente cayera por su espalda

- ¿Arrepintiéndote? – Preguntó Poe, entrando sin avisar

- ¿Debería? – Respondió Mila, levantando la cabeza para mirarlo

- No... – Dijo él, acercándose para acariciarle la mejilla con cariño – No dejaré que te arrepientas

- Ten cuidado con tus promesas – Señaló ella

- ¿Tienes miedo aun?

- Mas que ayer – Confesó Mila, casi en un susurro

- Me gustas... mucho – Manifestó Poe – Aún con tu carácter

- ¿Mi carácter? – Dijo ella, en tono incrédulo - ¿Qué hay de tú carácter?

- También te gusta, admítelo

Mila rodó los ojos con una sonrisa que complació a Poe. Podría haberlo negado, pero no lo hizo. Coqueto, se acercó a su boca para besarla, dejando que la pasión entre ambos tomara rienda suelta

- No sigas – Le pidió ella, dudando de sus propias palabras - Tengo que irme

- Recién está amaneciendo – Contestó él, perdido en su cuello

- Delio despierta temprano – Argumentó Mila – No quiero que se levante y no me encuentre

- ¿No será que intentas huir de mí?

- Eres demasiado egocéntrico – Le dijo ella, tomándolo de la barbilla con una ceja alzada – La galaxia no gira a su alrededor, General

- Auch – Expresó Poe, bromeando

Terminaron de asearse, pero no alcanzaron a vestirse. Súbitamente, Mila lo empujó a la cama y se puso sobre él

- Pensé que tenías que irte

- ¿Me estás echando?

- No, no... - Dijo preocupado, pero al oír su risa, se dio cuenta de que estaba jugando con él – Empiezo a creer que pretendes hacer las cosas a tu manera

- Podemos transarlo – Respondió Mila, recorriendo lentamente su pecho con los labios

- Si sigues bajando, las cosas serán a mi modo – Le advirtió él, con la respiración agitada

- No opinarás igual en un par de minutos...

Poe jadeó fuertemente cuando sintió como su lengua recorría toda la extensión de su miembro. En el momento que la boca de Mila lo atrapó por completo, cerró los ojos en un gemido que le hizo sospechar que ella tenía razón.

----------------------------------------------

Dormir sentada en una silla y con la espalda doblada sobre la cama de Kadet empezaba a pasarle la cuenta a Nakia. Sus descansos eran cada vez menos efectivos, pero francamente poco le importaba con tal de acompañarlo.

YuanfenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora