Yuanfen

- Ajan Kloss -

Ayudar a Poe a reorganizar toda la base de operaciones de La Resistencia le había servido para distraer su mente de las incipientes preocupaciones que lo aquejaban. Después de tantos años de estar acompañando a Rey, realmente extrañaba su presencia, como si la luz que emanaba de ella ahora fuera muy pequeña y lejana para él.  Finn verdaderamente estaba haciendo un esfuerzo por ser un aporte en el lugar, pero le estaba costando un poco adaptarse.

En la base de Ajan Kloss no habían más de sesenta personas de manera permanente, los demás miembros de La Resistencia permanecían cuidando las bases de Yavin 4, Chandrila,  D'Qar y otras cuantas más que se mantenían en secreto. Aquel número no era mucho para el lugar, pero a Finn comenzaba a parecerle que era demasiada gente.

A pesar de que Poe le había insistido en tomar una de las tantas habitaciones libres que habían en el Tantive IV, él optó los primeros días por mantenerse en el campamento alrededor de la cueva de piedra caliza natural, que usaban como hangar para la antigua corbeta diplomática recuperada y refaccionada de Leia.

Dentro de su pequeña carpa tenía una cama, una cajonera para sus efectos personales, una mesa y una silla. Por algún motivo, le parecía suficiente, cómodo y lo mejor de todo, alejado del bullicio natural de tanta gente

-          Finn, no puedes seguir durmiendo aquí, hay demasiada humedad y calor, además tenemos suficiente espacio adentro – Le dijo Rose cinco días después de haber llegado – Sé que extrañas a Rey y a la Academia, pero mantenerte alejado de los demás no va a hacer que el tiempo pase más rápido. Si te ocupas en algo, no te darás ni cuenta cuando ellos lleguen aquí

Él la quedó mirando en silencio por algunos minutos. La existencia de la Academia y su funcionamiento real era conocida por un limitado número de miembros de La Resistencia, con la finalidad de resguardar su secreto, aun así, le parecía extraño hablar sobre ello con Rose sin una holotransmisión de por medio

-          Si, lo sé, es solo que me siento un poco desadaptado – Explicó retomando el hilo de la conversación y aceptando la verdad de sus palabras – Desde que nos fuimos a vivir  permanentemente a Endor las cosas cambiaron mucho por estos lados, todos aquí han hecho sus vidas...

-          ¿Lo dices por mí y Kaydel? – Preguntó ella

-          No, no... estoy contento por ustedes – Respondió él, mintiendo un poco

En verdad, si estaba contento, pero aún se encontraba pasmado con la noticia. Una parte de su corazón poseía dudas en relación a Rose, pese a los años y la distancia. Para ser completamente honestos, Finn siempre había albergado una extraña curiosidad sobre ella, puesto que la valoraba y quería mucho como amiga, lo que hizo que nunca dejara de preguntarse cómo serían las cosas si se arriesgaba a intentar algo más.

Al tercer día de haber llegado a Ajan Kloss, notó que entre Rose y la ahora Comandante Connix, había algo más que solo una estrecha amistad. La forma en que se miraban o se sonreían tenía tal grado de complicidad, que tuvo la necesidad de preguntarle a Poe, quien terminó por confirmarle la relación entre ambas.

La desilusión se pegó en su pecho de manera inevitable. No esperaba que luego de tanto tiempo Rose siguiera interesada en él, pero aun así se sintió afligido al darse cuenta que había perdido su oportunidad con ella

-          No pareces muy feliz – Inquirió Rose, sacándolo de su ensimismamiento

-          Lo siento - Dijo él, cambiando su semblante a uno más amigable – Es solo que me ha tomado por sorpresa, pero realmente me alegra que hayas encontrado a alguien que te quiera y te corresponda – Concluyó con una sincera sonrisa