Yuanfen

L. Lo que somos capaces de ver

El viaje de retorno al santuario fue tranquilo y silencioso. Al aterrizar la nave, Jorus se acercó a la Reina para hablarle en voz baja. Ben y Rey guardaron las distancias con ellos y esperaron pacientemente

- Nos veremos en unas horas más – Dijo Tunka con una sonrisa e intenciones de despedirse - Confíen en el criterio de mi consejero, las fiestas son su especialidad - Concluyó mientras se alejaba

- Creí que era una cena, Jorus – Dijo Rey intentando disimular sus crecientes nervios por esta actividad. De todos los escenarios para los que se había preparado antes de salir de Endor, este ni siquiera había pasado por su cabeza

- Es una cena, pero incluye baile y conversación – Contestó el hombre - Actividades altamente estimulantes para cualquier realeza

Cuando subieron las escaleras y llegaron a la habitación, al menos cuatro doncellas esperaban a las afueras con distintos vestidos en sus brazos y algunas cajas con un contenido desconocido.

- Lamento decirle Sr. Yazan que al menos por el momento, deberá dejar a la Maestra Skywalker a solas para que pueda prepararse – Dijo Jorus

- No. Yo me quedo – Respondió Ben en un tono áspero

- Temo tener que insistirle – Dijo el consejero amablemente - Además tenemos prendas para usted también

- Radon, está bien – Intervino Rey - Puedo arreglármelas sola

- Rey...

- Te avisaré si algo extraño ocurre

Ella pudo escuchar a Ben gruñir bajo el casco, pero de todas formas él salió de la habitación con Jorus, caminando por el pasillo

- La tendencia en moda se inclina a los tonos dorados y rojos en estos tiempos, pero los varones han mezclado eso con sutileza en trajes marrones – Dijo el consejero de la Reina al abrir una puerta unos pasos más allá de donde estaba Rey – Sin embargo imagino que usted es más sobrio, por lo que personalmente elegí estas tenidas

Ben entró a la habitación, que era un poco más pequeña que la otra, pero casi igual en distribución. Sobre los sillones descansaban tres trajes de diferente corte, pero todos de colores oscuros

- Espero que sean de su agrado y aunque supongo que no se quitará el casco, he dejado los implementos necesarios para que pueda afeitarse en caso de así requerirlo – Dijo Jorus quien se había quedado en la puerta - Vendré por usted en una hora o cuando la Maestra Skywalker esté lista. Las mujeres suelen demorarse un poco más que nosotros en prepararse para estas ocasiones, pero siempre vale la pena esperar

- Si... mmm... gracias – Respondió torpemente Ben antes de que el hombre se retirara y lo dejara solo

Ben observó el lugar y se acercó a las ventanas que apuntaban en una dirección opuesta a las de donde estaba Rey. Se dio cuenta que había un gran movimiento de personas más abajo y se preguntó cuanta gente sería la que estaba invitada a este inesperado evento.

Se quitó el casco y se fue al cuarto de aseo. A pesar de que no tenía mucho sentido, decidió emparejarse y recortar un poco la barba, para luego ducharse con calma. Al salir, observó con detenimiento la ropa que le habían dejado y realmente agradeció que nada tuviera esas extrañas combinaciones de colores que Jorus le había mencionado.

Terminó eligiendo una camisa gris oscura de cuello alto, un pantalón negro y una chaqueta del mismo color, larga, tipo túnica, pero que iba ceñida al cuerpo. Se miró al espejo conforme y guardó su ropa en una bolsa de género que convenientemente estaba ahí, tomando su cinturón y ajustándose una de las correas que usaba para llevar los blásters e intentó disimularla lo mejor posible bajo la ropa, tomando solo una de las armas y apegándola a la parte trasera del muslo.