have mercy on the criminal [2]✨

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Parte 2 del AU anterior <3

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El vehículo en el que iban era oscuro, y se camuflaba perfectamente con la propia oscuridad de la noche y la vegetación. Michelle conducía, con prudencia pero decidida. A su lado, Volkov le daba indicaciones.

Si no los habían visto los bomberos que habían apagado el fuego significaba que, de alguna manera, habían huido. Ellos habían mentido delante del coche de policía y el camión de bomberos que habían venido a ayudar. Greco inventó la mentira, dijo que había sido culpa de un cigarrillo mal apagado, y no tardaron nada en creerle. Su simpatía ayudaba a que la gente confiara en él, y su nombre no estaba tan manchado como el de sus compañeros.

Habían pasado sólo dos horas, así que tenían que seguir relativamente cerca. Dante les había revelado un lugar en el que podían haberse escondido. Estaba sentado en la parte de atrás del vehículo, junto a Horacio. Durante el trayecto, Volkov le había pedido explicaciones por haber preocupado a su novio, y Dante le había dicho que había estado intentando encontrar el punto de la ciudad en el que la otra mafia tenía su sede.

Dante solía hacer esas cosas, pero debería haberlos avisado antes. Horacio muchas veces lo acompañaba, pero con la cara tapada. Gustabo prefería llevarla al descubierto. Volkov pocas veces iba con ellos a mancharse las manos, pero a Horacio le encantaba que lo acompañara. Se lo había dicho ya una vez, cuando hacían esa clase de cosas juntos se sentía como si fueran Bonny y Clyde.

Conway y Michelle controlaban todo desde arriba. Daban las órdenes y se aseguraban de que los chicos estuvieran bien y no se metieran en muchos líos, aunque esto último era prácticamente imposible. Greco era quien lo arreglaba todo, ordenaba el caos. Él le caía bien a todo el mundo, así que no era difícil que se librara de todo y pudiera hacer lo mismo para sus amigos.

No eran el equipo perfecto, pero eran una familia. Se apoyaban, y no vivían con el miedo a ser traicionados por sus compañeros. Y eso era lo mejor que podían pedirle a una vida como la suya, a un destino tan inexorable como el suyo.

Horacio se fijó en el rumbo que seguía el coche en el que iba. Subían la montaña, acercándose a la zona donde había hecho paracaidismo una vez, camino a lo más alto. Su mente vagó mientras su mirada se perdía entre las frondosidad del bosque y el movimiento suave del coche lo arrullaba.

Sabía que debían de estar esperándolos, porque la otra banda tenía que tener claro que ellos no iban a dejar las cosas pasar.

La ciudad funcionaba así. Era un constante tira y afloja por el poder, una lucha entre depredadores por saber quién era capaz de cazar a la presa. Nadie estaba dispuesto a perder, era una incesante batalla por saber qué banda podía dar más miedo, quiénes eran capaces de vender más droga en menos tiempo o quién de ellos tenía más crímenes a sus espaldas.

Horacio estaba cansado, y probablemente no fuera el único, pero sí el único capaz de verbalizarlo en voz alta y dejar a un lado esa masculinidad tóxica que le intentaban implantar. Había hablado con Volkov de ello, de que estaba harto de tener que luchar siempre por mantenerse arriba, de no poder ni siquiera relajarse un par de días. Siempre tenían que estar alerta por si acaso intentaban hacerle daño.

—Quiero irme de aquí —le dijo una noche, y la cara de sorpresa de Volkov le instó a justificarse—. Sólo un tiempo, no para siempre. Irme lejos y que nadie me conozca ni me quiera matar, por favor.

Rió, y el ruso se tumbó a su lado en la cama. Por aquel entonces no eran novios, eran amigos cercanos que tenían sexo como añadido a su amistad. O esa fue la explicación de Horacio cuando Volkov le preguntó qué iba a pasar con ellos dos después de la primera vez que se acostaron. Se habían metido en líos y habían tenido que buscar un lugar para esconderse, y un cuarto pequeño donde se guardaban los útiles de limpieza había sido el sitio idóneo.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora