↳;; ❝Volkacio AUs♡

sadderdaze [2]✨

Otra actualización más de este AU porque me está gustando mucho escribir a Volkov enamorado y a Horacio pasando un poco de él, y creo que a vosotros también os gusta leerlo. 

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Cuando Horacio se despertó en una cama que no era la suya, sin recordar absolutamente nada de lo que había hecho anoche no se asustó, porque estaba acostumbrado. Repasó mentalmente lo que él llamaba 'lista de comprobación de los líos en los que me he metido borracho'. Quizás era un nombre un poco largo. 

Primero, apartó las sábanas de su cuerpo y se levantó la ropa para comprobar que no se hubiera hecho ningún tatuaje o perforación nuevos. Por suerte, seguía todo igual. Segundo, rebuscó en los bolsillos de su pantalón y entre las sábanas para comprobar que seguía teniendo sus cosas. Maldijo cuando no encontró su móvil. 

Y, por último, debía comprobar de quién era el piso en el que estaba. Seguía llevando su ropa y no le dolían las caderas ni tenía marcas por el cuello, así que supuso que había pasado la noche solo. Salió del dormitorio y la luz le molestó. Le dolía la cabeza y tenía náuseas. Amaba beber, pero odiaba la resaca. 

Volkov se giró y vio a Horacio saliendo de su habitación, frotándose el rostro. 

—Buenos días —murmuró, y pensó que debería haberle cambiado la ropa anoche para que durmiera con algo más cómodo. 

—Buenos días —se sentó en un taburete frente a la mesa de la cocina y apoyó sus antebrazos y su cabeza ahí. Deseó haber seguido durmiendo. 

—¿Te duele la cabeza? —no le respondió con palabras, tan solo gimió y Volkov le acercó un vaso de agua y una pastilla. 

—Entonces —empezó Horacio, una vez se tomó lo que le había dado el ruso—, ¿ayer te lo pasaste bien? Porque yo lo último que recuerdo es que Gustabo me retó a beber cinco vasos seguidos sin respirar y casi vomito.

Volkov frunció el ceño, y lo invadió de nuevo esa sensación de inseguridad y vergüenza que se apoderaba de él cuando estaba cerca de Horacio. Era como si pretendiera impresionarlo a todas horas, como si Horacio fuera demasiado popular, abierto y extrovertido como para perder su tiempo en una persona tan cerrada y fría como Volkov. O al menos eso era lo que él pensaba. 

—¿No recuerdas nada más? —intentó, a pesar de que quizás lo mejor era dejar el tema. 

—No, ¿hice algo malo, Viktor? —se podía notar el miedo y, sobretodo, la culpa en su tono de voz. 

"Todo lo contrario" quiso decir Volkov. Quiso que Horacio se acordara del beso, que no se arrepintiera y que volviera a hacerlo, pero sin alcohol en la sangre esta vez. Ni en medio de una fiesta llena de gente. 

Quiso decirle muchas cosas, pero no dijo nada. Tan solo negó con la cabeza. 

—¿Seguro? ¿No te dejé solo, ni me quité la ropa, ni me acosté con nadie, verdad? —y pretendía sacarle una sonrisa al ruso, pero Volkov no estaba de humor para sonreír. 

Negó de nuevo con la cabeza, y Horacio sintió que le estaba ocultando algo. Y le invadió la necesidad de aligerar el ambiente, de hacerle reír, porque le encantaba el sonido de la risa de Viktor. Se acercó a él y lo estudió con la mirada. 

—¿Y tú? ¿Tú te lo pasaste bien? —llevó su mano al cuello de Volkov y delineó, con la punta de su dedo, las marcas rojas que tenía en esa zona. Y Volkov se puso muy rojo, porque el culpable había sido el propio Horacio, que le había besado el cuello mientras estaba borracho. Pero no podía soltarle eso así como así, y tampoco podía mentirle, así que solo cambió de tema.