deep end✨

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Dónde Horacio va a Rusia a ver a su pareja después de acabar su "trabajo" en Marbella.

(aclaro que en este au lo único que hizo Horacio con Carlo fue matarlo)

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La noche en la que regresó a Los Santos no pudo dormir. No quiso llamar a Volkov porque era muy tarde, y sabía que él sí estaría durmiendo, pero echó de menos algo de compañía.

Era parte de su trabajo, lo sabía, pero era algo que él odiaba. Por muchas cosas malas que pudiera hacer un criminal, tenía una vida. Tenía amigos, familia, y a él no le gustaba ser el que se lo arrebatara.

Asesinar era la parte de su trabajo que le quitaba el sueño por las noches.

Pero prefería no pensar mucho en ello, para no perder la cordura. Se mantuvo entretenido toda la noche, ordenando un poco su piso y viendo algún capítulo de sus series favoritas. Volkov solía despertarse temprano, aunque técnicamente estuviera de vacaciones, así que esperó a ver salir los primeros rayos de sol por el horizonte para coger su móvil y marcar el número del ruso.

—¿Horacio? —vio la imagen de su novio en la pantalla. Había decidido hacer una videollamada para poder verlo recién despierto, con el cabello despeinado y los ojos aún entrecerrados.

Sonrió, olvidando todo el cansancio y ansiedad en cuestión de segundos al verlo sonreír a él también.

—Buenos días —se recostó en el sofá, mientras Volkov bostezaba. Ni siquiera había salido de la cama, pero dejaba el móvil a su lado por si Horacio quería llamarlo.

Miró la hora antes de responder.

—¿No te has despertado muy pronto? —le extrañó, no era común en Horacio. El chico no quería mentirle, pero tampoco preocuparle, así que decidió no decirle que no había dormido en toda la noche.

Forzó una sonrisa.

—Sí, no sé, supongo que tenía hambre —pero el ruso lo conocía demasiado. Sabía cuáles de sus sonrisas eran sinceras y cuáles no.

—¿Va todo bien? —se incorporó en la cama. Su expresión facial cambió drásticamente.

Horacio se encogió de hombros y Volkov frunció el ceño.

—Sí, en realidad sí —rectificó, al ver la mirada de preocupación que tenía Volkov—. Va todo bien, es que no he dormido mucho.

Tragó saliva, intentando deshacer el nudo que sentía asfixiándolo.

—No te creo en absoluto, pero supongo que no quieres hablar de ello ahora, así que respeto tu decisión —acabó diciendo el ruso, después de observar a su novio unos segundos.

Horacio sonrió. Fue muy leve, pero por lo menos fue sincero.

—Gracias –murmuró, y Volkov suspiró.

—Pero no te vas a salvar cuando llegues aquí. Entonces hablaremos —una sonrisa se empezó a dibujar en el rostro del ruso—. ¿Cuándo sale el avión?

—Aún falta mucho —dijo Horacio, con la misma sonrisa emocionada que la de su novio—. En dos días. Demasiado tiempo.

Volkov suspiró, pero mantenía la sonrisa. Llevaban sin verse en persona desde que había empezado la infiltración en Marbella, tan sólo a través de videollamadas y mensajes. Por eso los dos días que faltaban se sentían como años.

—Bueno, no te preocupes. Pasara rápido —aseguró Volkov—. Intenta distraerte.

Por un segundo cruzó su mente Gustabo. No había oído noticias de él desde que Horacio le dijo que irían juntos a Marbella a por los hermanos Gambino. Pensó en preguntar, pero quizás Horacio no quería hablar de ello.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora