↳;; ❝Volkacio AUs♡

I've lost my fear of falling✨

21➪ meeting the family (conociendo a la familia) 

Importante➪ como ya he escrito algo parecido para el día 4 de la Volkacio week (y planeo hablar de sus familias en el AU del vampiro) voy a cambiar la temática por un soulmate AU porque me encantan y hace mucho que no escribo sobre eso, así que:

Soulmate AU donde tienes tatuadas las primeras palabras que te dice tu soulmate en el brazo. 

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Horacio no conocía a su alma gemela, pero sabía que lo odiaba. 

Durante toda su vida se habían reído y le habían hecho burla por lo que tenía en su brazo. ¿No podía tener unas palabras normales, como todo el mundo? Un "buenos días" o "encantado" estaría bien. Pero no, la primera palabra que le dedicaría su alma gemela cuando se vieran por primera vez sería:

"Joder" 

¿"Joder", enserio? ¿Qué clase de primeras palabras eran esas?

Aún recordaba su cumpleaños número 18, cuando se despertó esa mañana, completamente emocionado, y en su brazo, con tinta roja imborrable, estaba escrito "joder". Gustabo se había reído todo el día, y al principio él también. Pero después de años en los que tenía que lidiar con las burlas de todos los que veían su brazo, ya no le hacía tanta gracia. 

Para Gustabo había sido mucho más sencillo. El rubio era un año mayor que él, por lo que su tatuaje apareció un año antes. Horacio estaba muy emocionado por su amigo, pero a Gustabo le daba igual. Cuando te crías en la calle, valiendote por ti mismo desde que eres un crio, no tienes muchas ganas de pensar en el amor. Aunque Horacio era la excepción. 

El chico siempre había creído en el amor verdadero, y en que los tatuajes nunca se equivocaban, y su mayor deseo era encontrar a su alma gemela. Por ello, durante el año en el que Gustabo era el único tatuado, intentó ayudarlo como pudo a averiguar quien le dedicaría esas palabras: "aquí tienes". 

Esas eran las palabras de Gustabo. Durante su juventud habían tenido muchos malentendidos, sobre todo cuando iban a comprar a alguna tienda y los dependientes le decían "aquí tiene". Horacio se ponía como loco, pero enseguida perdía la ilusión cuando el dependiente le aclaraba que ya había encontrado a su alma gemela o le enseñaba su brazo y comprobaba que no coincidía con lo primero que le había dicho Gustabo a esa persona. 

Cuando Horacio recibió su tatuaje, perdió las ganas de buscar al alma gemela de su amigo y se centró en la suya. Se preguntaba qué sería lo primero que le diría a su alma gemela o por qué su primera palabra era "joder". ¿Era algo bueno o malo? ¿Lo diría en plan de "joder, vaya pintas" o "joder, que guapo" ? 

No tenía ni idea, pero cuando conociera a su alma gemela, le pediría muchas explicaciones. 

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Caminaban por la calle tranquilamente mientras hablaban de los posibles trabajos que podían tener ahora que habían llegado a Los Santos. 

—¿Basurero? Ni de broma, Gustabo. No pienso ser basurero. ¿No es mejor buzo? —debatió, mientras se cruzaba de brazos. 

—¿Buzo? ¿Y estar nadando todo el día? Que pereza. Además, no me gusta mojarme —dijo Gustabo—. Oye, ¿y si somos polis? 

—¿Polis? ¿No hay que estudiar mucho? —se quejó Horacio, a quién nunca le había gustado estudiar. 

—¡Que va! Solo hay que pegar tiros y detener a los malos.