↳;; ❝Volkacio AUs♡

fuck it I love you [2]✨

Dónde la familia Volkov ve muy mal las relaciones entre hombres. O donde su hijo se lía con un chico en un concierto solo por hacer rabiar a su familia y acaba enamorado. Y completamente jodido. 

Parte 2 de ? 

(Horacio tiene 18 años y Volkov 19)

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Suspiró mientras pasaba su brazo por la espalda de su hermana para ayudarla a mantener el equilibrio. 

—Disimula un poco, por dios —ella tan solo gruñó, demasiado cansada como para contradecirle y demasiado ebria como para hacerle caso. 

Volkov la ayudó a subir las escaleras, rezando para que sus padres estuvieran dormidos, porque sabía que no les iba a hacer nada de gracia ver así a Aleksandra. Abrió la puerta con cuidado, y la luz del salón le confirmó que seguían despiertos. 

Empujó suavemente a su hermana hacia las escaleras, en silencio, y ella pareció entender el mensaje, porque intentó mantener el equilibrio y subir hasta su habitación. Él, mientras tanto, tendría que cubrirla, así que se mentalizó para hablar con sus padres. 

Se tocó el cuello para tantear que el maquillaje seguía ahí antes de caminar hacia el salón. Iba a abrir la boca para saludar, pero su padre lo interrumpió antes de que pudiera pronunciar una sola palabra. 

—¿No es muy tarde? ¿Cuál era vuestra hora de llegada, Viktor? —su tono condescendiente lo estaba poniendo de los nervios, y ni siquiera había empezado la conversación como tal. 

Le tenía mucho rencor a su padre, y a cómo lo hacía sentir. Siempre inferior, siempre insuficiente. ¿Por qué tenía que ser igual que él? ¿Por qué tenía que segir las tradiciones rusas, como había hecho su padre y su abuelo y toda su familia antes? 

¿Y si él no quería? ¿Y si sólo quería ser él mismo? 

—Solo nos hemos pasado diez minutos. Lo siento, no volverá a pasar —sentía un cosquilleo en el dorso de sus manos, así que apretó sus puños. 

—¿Y tu hermana? —interrumpió su madre. Quizás la mención de Aleksandra fue lo que rebajó su ira, porque sabía que debía mentir por ella. 

—Se mareó en el coche, y le dolía la cabeza por la música, se fue a dormir —sabía que debía entretener a sus padres un rato, hasta que su hermana se cambiara y se metiera en la cama. 

—Luego subo a ver si está bien —respondió su madre—. ¿Cómo ha ido? 

—Bien —no le apetecía hablar, no le apetecía dar detalles, solo quería darse una ducha larga y dormir. Por lo menos, al día siguiente no tenía que madrugar, y podía dormir hasta tarde. 

—¿Había mucha gente? —empezaba a incomodarle el hecho de que su padre no hablara, así que solo centró su vista en su madre, intentando deshacerse de sus incansables pensamientos. Todas las alarmas en su cabeza estaban saltando, lo conocía demasiado y sabía que si se mantenía callado era por algo. 

—No —mintió—. Algunas de las amigas de Aleksandra. 

Su padre se puso de pie, y Volkov bajó la vista. Se acercó a él y le sujetó de la mandíbula con quizás demasiada fuerza para levantarle el rostro. 

Vio el gesto de confusión que cruzó los ojos de su padre, y la imagen de Horacio poniéndose labial justo antes de besarlo asaltó su mente. Mierda. 

Sintió como su rostro se calentaba, y sólo rezó para que su padre no lo notara. Se separó y se limpió la comisura de la boca disimuladamente con la manga de su camisa. Al mirar, se dio cuenta de la mancha rosa que había dejado en la tela. Era imposible que su padre no hubiera visto eso en su boca.