↳;; ❝Volkacio AUs♡

cupid is up to something✨

Donde Volkov lee "accidentalmente" el diario de Horacio. O donde se entera de algo que todo el CNP sabía ya. 

(básicamente esto es un AU donde el "me gustas, ¿te gusto?" no ocurrió y Volkov no sabe qué le gusta a Horacio, y cronológicamente es después de la separación de Gustabo y Horacio) 

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Después de lo que había pasado con Gustabo, Conway quería lo mejor para Horacio. Sabía que el rubio había sido un pilar fundamental en la vida de Horacio, y la relación tóxica que tenían había generado una fuerte dependencia por parte del menor de los dos que podía afectarle psicológicamente si no sabía lidiar con sus emociones ahora que estaban separados. 

Tampoco es como si Volkov supiese convivir con sus propios sentimientos (de hecho, había intentado despojarse de todos ellos, sin éxito), pero se preocupaba por Horacio y Conway estaba demasiado ocupado en el CNI como para vigilar que Horacio estuviera bien, por lo que le había pedido a Volkov que se encargara él. Le había pagado a Horacio el piso en el que solía vivir, para que estuviera cerca de Volkov, y el chico estaba feliz con eso. 

Tenía un crush muy fuerte en el comisario. En un principio, Gustabo y él bromeaban sobre lo mono que era Volkov, pero a Horacio había acabado atrayendole de verdad. A Horacio le daba miedo que lo que había empezado como una simple atracción física estuviera evolucionando a algo más profundo, más sentimental. 

Al principio, pensar en él le ponía las mejillas rojas, y no podía evitar que su imaginación vagara entre posibles situaciones y escenarios entre ellos dos. Pero ahora era diferente. Evidentemente, la atracción física no había cesado (se había hecho más fuerte, incluso) pero ahora le acompañaban unos sentimientos que hacía mucho que no tenía. Y lo asustaban, por mucho que quisiera disimular. 

Y Horacio era tan poco discreto que todo el mundo en comisaría era consciente de las miradas que le echaba al comisario. No pasaba desapercibido para nadie el tono rojo que coloreaba sus mejillas cuando estaban cerca, y todos estaban de acuerdo en que Horacio parecía tener 15 años.

Aún así, el único al que Horacio le había confirmado que le gustaba Volkov, era a Gustabo. Y mentiría si dijese que no le daba miedo que al rubio se le escapara esa información delante de la mafia con la que pasaba mucho tiempo últimamente. 

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Esa tarde, Volkov había decidido pasarse por el piso de Horacio. Era su día libre, por lo que no había visto al chico por comisaría y quería asegurarse de que estaba bien. Antes de salir de su piso, cogió una botella de vodka para, por lo menos, tener una excusa por la cual pasarse a verle. 

Llamó a la puerta del inspector con toques suaves, y escuchó pasos acercarse. Antes de que abriera la puerta se aseguró de que su camisa estuviera bien acomodada. 

—Volkov —Horacio parecía sorprendido de verle—. ¿Necesitas algo? 

—Eh… no, pasaba a… a saludar, y, bueno, tengo vodka —de repente, Volkov se sentía nervioso y algo avergonzado por haberse presentado en el piso de Horacio solo para tomar un vodka con él. Horacio desvió su mirada hacia la botella de vodka bajo el brazo del comisario—. Pero si tiene planes podemos dejarlo para otro momento, no se sienta… obligado a aceptar. 

—¡No, no! —se apresuró a responder Horacio, viendo que Volkov empezaba a arrepentirse—. Pasa, Volkov. 

Se apartó de la puerta y lo dejó pasar. Se regañó mentalmente por no haber recogido el desastre que tenía por casa, pero no se esperaba que el chico que le gustaba viniera a verlo sin avisar.