Donde en el mundo no existen los soulmates, pero sí todo lo contrario: personas que el destino te dice que debes odiar, y de las que debes apartarte porque no son buenas para ti, hasta el punto en el que te duele que te toquen.
Parte 1 de 2.
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Si Volkov lo hubiera sabido, no le habría llamado aquella primera noche. Les habría ahorrado mucho sufrimiento a ambos.
Pero el tiempo no puede volverse atrás. No podían saberlo, y ahora lo único que pueden hacer es buscar una solución.
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Cuando Horacio se mudó todavía no había cumplido los dieciocho años. Sus padres decidieron llevárselos a él y a su hermana a una ciudad más grande y con más oportunidades. Aunque era por su bien, en el momento fue más como un castigo para ambos que una ayuda.
Horacio sabía que iba a echar de menos todo lo que tenía. Su casa, su rutina, su vida. A su mejor amigo. Pensó que se acababa todo, que mudarse era como cortar el hilo que lo relacionaba a él con todo lo que había conocido, con todo su pasado. Era demasiado joven para entender que nuestro hogar lo llevamos dentro, que no desaparece si no lo tenemos delante.
Que Volkov le llamara aquella primera noche le había ahorrado mucho sufrimiento. Saber que quería saber de él, que seguía importándole tanto como antes, le ayudaba a no sentirse tan perdido. A no sentirse ambos tan perdidos, porque para Volkov también había sido algo doloroso que se fuera.
Hablaron por llamada cada noche durante seis meses, lo cual hacía un total de más de cien llamadas. Pero Volkov sólo necesitó alrededor de diecisiete para darse cuenta de que la distancia no iba a hacer que dejara de sentirse por Horacio como se sentía. Y, más que un castigo, lo sintió como un alivio. No quería dejar de querer a Horacio. Fuera o no correspondido, le hacía sentirse su mejor versión.
Los primeros amores suelen ser los más intensos. Con ellos se viven todas las primeras veces, todos los primeros sentimientos -buenos y malos-.
Para ellos todo fue diferente. Cuando Horacio le confesó a Volkov que le gustaba, pensaba que no volverían a hablar jamás, pero decidió arriesgarse de todas formas. Nadie confiaba en que su relación duraría mucho, ni siquiera ellos mismos. Se querían, eso lo tenían claro, pero eran jóvenes y estaban a demasiados kilómetros de distancia como para sentir que vivían en la misma realidad, que seguían teniendo algo en común.
Pero el tiempo pasó, y ellos siguieron hablando cada día. Por eso sus padres no lo vieron como algo raro cuando Horacio les dijo que quería volver. Tras casi dos años de relación a distancia, sus sentimientos no habían hecho más que crecer. No podía dejar las cosas como estaban. No podía romper su relación y tratar de seguir adelante. No había otra opción posible más que verse, y Horacio estaba dispuesto a todo por ello.
De nuevo, volvió a pasar por el proceso de dejar toda su vida atrás y mudarse a otro lugar, lejos, salvo que esta vez no iba a ningún sitio desconocido. Quizás por ese motivo estuvo más asustado que la primera vez. En sus recuerdos, esa ciudad seguía siendo su hogar, absolutamente idealizado, y tenía miedo de volver y que la fantasía desapareciera.
Tenía miedo de sentir que no pertenecía a ningún lugar.
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Horacio se muerde las uñas mientras espera a ver a Volkov. Él suele mantener la calma, y no recuerda haber estado tan nervioso desde hace bastante tiempo. Pero es normal que lo esté, por lo que no intenta contenerse ni decirse a sí mismo que no pasa nada. Sí que pasa. Claro que pasa. Es la primera vez que se ven en persona desde que él se mudó, lo cual tampoco sería extremadamente incómodo si no fuera también la primera vez que se ven en persona desde que tienen una relación romántica.
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↳;; ❝Volkacio AUs♡
FanfictionRecopilación de One Shots que me apetecía hacer para la Volkacio week a pesar de llegar mil años tarde. · · ─────── ·本· ─────── · · Probablemente añada más one shots o drabbles porque estoy muy aburrida todo el tiempo y llorar por píxele...