↳;; ❝Volkacio AUs♡

me in twenty years✨

Otro au basado en una canción que salió en Euphoria, lo siento.

pERO este es excesivamente soft, para que luego me digáis que sólo quiero haceros llorar 😡

Dónde Volkov y Horacio llevan casados un par de meses, y el ruso encuentra el mejor -y peor- regalo para él.

(Poned la canción cuando veáis el emoji este 🎶. DE VERDAD PONEDLA ES INCREÍBLE)

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Lleva notando raro a Volkov toda la semana, pero prefiere no decir nada porque ha pasado tantos años a su lado que sabe que el ruso necesita su espacio de vez en cuando.

No fue fácil comprender a Volkov, y mucho más difícil fue empezar una relación cuando volvió de Las Bahamas.

Al principio, ni siquiera se hablaban. Horacio estaba resentido, y Volkov también. Pero después se vieron obligados a volver a trabajar juntos, pues, sin el superintendente, ambos eran los dos cargos más altos de la ciudad. Comprobaron de primera mano si era cierta esa expresión que afirmaba que "el roce hace el cariño". En un principio no fue así.

Había demasiada tensión entre ellos, y ya desde antes de que Volkov llegara a la ciudad, antes de que se fuera e incluso antes de lo de Pogo. La tensión se había creado tras los primeros coqueteos correspondidos, tras la noche que durmió en su cama. Y empeoró después de la confesión de Horacio. Si, aún por encima, añades la presencia de un payaso psicópata, disparos y muchos años sin poder hablar, esa tensión se vuelve tan insoportable que acaba explotando.

Y eso fue lo que pasó, no fueron capaces de hablar lo mínimo entre ellos e ignorar completamente la existencia del otro, pasados unos días del primer caso que les asignaron juntos se vieron obligados a hablar entre ellos.

A Volkov le molestaba la actitud irreverente de Horacio, y a Horacio le molestaban las órdenes de Volkov. Así que no tardaron mucho en estar en desacuerdo. Discutieron en la sede del FBI, y se echaron en cara -de la peor manera posible y sin solucionar los problemas de raíz- todo aquello que llevaban tiempo guardándose dentro.

Lo dejaron salir todo y, en lugar de intentar desprenderse de su relación de manera sana una vez exteriorizado aquello que no les dejaba avanzar, se aferraron al dolor que causaba la presencia del otro porque, en cierta manera, era como volver a casa en una ciudad que hacía tiempo que había dejado de sentirse como su hogar.

Y encontraron algo reconfortante en trabajar juntos cada día, a pesar de que las únicas palabras que compartían era para discutir. Les aliviaba encontrar la familiar presencia del otro entre tantos ojos nuevos y jóvenes, y, cuando todo el rencor se deshizo, solo quedaron ellos dos tal y como verdaderamente eran. Después de llegar a ese punto, que su relación se hiciera más llevadera e, incluso, agradable, fue cuestión de semanas.

Con la excusa de necesitar pasar tiempo juntos por su trabajo, las horas a solas aumentaron, al punto en el que el otro se volvió la persona a la que más veían durante el día. Y, a veces, necesitas desprenderte del odio al que te aferrabas para poder seguir existiendo sin ese peso añadido. Hay veces en las que el rencor se vuelve un cuchillo de doble filo, que puedes utilizar como arma, pero que también te puede herir a ti mismo. Volkov y Horacio soltaron ese cuchillo, y decidieron perdonar.

A veces, lo más sencillo es lo que necesitas hacer.

Y se deshicieron de la ira y de los malos recuerdos con tanto éxito que dentro de ellos sólo quedaron sentimientos previos. Se arrepintieron un poco, dudando si habían tomado la mejor decisión.