↳;; ❝Volkacio AUs♡

let's pretend we are in love✨

Donde Horacio es parte de una mafia y debe seducir al mejor comisario de Los Santos para conseguir lo que quiere. O donde a Horacio se le va de las manos el plan y acaba seducido él. 

Parte 2 de 4 ;) 

Advertencia: escena un poquito subidita de tono (? No llega a ser nada explícito ni nada +18, solo un beso húmedo y algunas caricias, pero yo aviso por si acaso. 

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—¿Quiere comer algo? —ofreció Volkov, mientras metía sus llaves en el bolsillo. 

Horacio se fijó en que Volkov tenía dos llaveros, uno con las llaves de comisaría y otro con las llaves de su casa junto con una llavecita pequeña que supuso que sería la que él buscaba, la llave que abría el cajón en el que, supuestamente, estaba guardado el USB que debía robar Horacio.

Casi se había olvidado de ese detalle, y cuando lo recordó sintió un pinchazo de culpabilidad. 

—Eh… no, no tengo hambre —y no mentía, tenía el estómago cerrado por culpa de los nervios. 

—Vale, eh… —Volkov tampoco sabía muy bien qué hacer—. Debería ir a descansar. Le dejaré ropa limpia. 

—Gracias —siguió a Volkov al dormitorio y lo observó abrir el armario y sacar ropa cómoda que olía a limpio. Salió de la habitación para dejarlo cambiarse tranquilo. 

Horacio aprovechó la privacidad para desnudarse y ponerse una camiseta de manga larga negra y unos pantalones de chándal, con cuidado de no lastimarse más el brazo, maniobrando solo con la mano derecha. Cuando se cambió, dio una vuelta por la habitación, y no le costó nada encontrar el cajón del escritorio que tenía una cerradura pequeña. Por si acaso, probó a abrirlo, a pesar de que tenía claro que no iba a funcionar. Efectivamente, no se abrió. Le mandó un mensaje a Gustabo informándole de lo que estaba pasando, pero no mencionó que se sentía culpable. 

No esperaba sentirse tan mal a estas alturas del plan, pero Horacio le cogía cariño a la gente muy fácilmente y Volkov había sido agradable con él. Sacudió la cabeza, recordando que estaba haciendo esto para salvar a sus compañeros de ir a perpetua, y salió de la habitación, dispuesto a conseguir esa llave. 

Volkov estaba sentado el sofá, acomodando unos cojines y una manta para poder dormir ahí esa noche. Horacio estaba muy nervioso, así que respiró hondo antes de acercarse. 

—Gracias por dejarme dormir en tu casa —llamó su atención. 

—No me lo agradezca, Dan. En parte es culpa mía que esté herido, no debí dejarle ir al código 3 —Horacio se sentó en el sofá a su lado, y recorrió con la mirada al comisario, disimuladamente. Se fijó que de su bolsillo trasero del pantalón sobresalía el llavero de las llaves que buscaba. 

Sabía lo que debía hacer, pero no sabía si era una buena idea. Se aclaró la garganta para volver a llamar su atención, y simplemente dejó de pensar y se abalanzó sobre él para robarle un beso que dejó al comisario congelado. 

Volkov se sorprendió muchísimo, y no sabía cómo reaccionar. No había besado a nadie desde que había entrado en el cuerpo, y nunca había besado a un chico. No se movió para seguir el beso, pero tampoco apartó a Horacio. La verdad era que el chico besaba bastante bien, y, no lo admitiría en alto, pero se sentía bien tener esa cercanía con alguien. 

Horacio se separó para coger aire, y miró a los ojos a Volkov, que tenía el rostro rojísimo. Intentó encontrar algo en su mirada que le diera alguna pista de lo que había sentido con el beso, pero los ojos de Volkov eran indescifrables. Así que solo se acercó lentamente, dejándole tiempo para que se apartara si quisiera.