↳;; ❝Volkacio AUs♡

DAY 3: a morning together ✨

DÍA 3: una mañana juntos 🏫⏰📚🏈 

(High School AU🥺💖 aka Volkov y Horacio tienen 16 años y van juntos al instituto aka el AU más sotf que he escrito) 

Alerta: MUCHO texto

(en la historia las familias de Volkov y de Horacio no los han abandonado ni nada por el estilo, hice esa parte diferente al rol que tienen en la serie) 

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Viktor Volkov era la persona más aplicada que te pudieras imaginar. Estudiaba, escuchaba las clases con atención y era bueno en los deportes. A Horacio, en cambio, le costaba concentrarse en las aulas y era demasiado vago como para practicar cualquier tipo de deporte excepto baile. Iba a clases de baile desde los cuatro años y no había actividad que le gustara más que esa. El chico procedente de Rusia y el nativo de Los Santos no podían ser más diferentes, pero disfrutaban la compañía del otro. 

Eran las siete y media de la mañana del primer lunes de febrero y Horacio estaba sentado en el asiento de la ventanilla del bus que lo llevaría al instituto. Llevaba sus auriculares puestos y escuchaba música, mientras que en su cabeza ensayaba el baile que estaba aprendiendo en sus clases. Tenía la cabeza apoyada contra la fría ventanilla y su bufanda le cubría hasta la nariz. Encogió las piernas y las colocó sobre el asiento, contra su pecho. Tenía mucho sueño porque se había quedado hasta tarde hablando con el chico que le gustaba y se le cerraban los ojos. A su lado, en el asiento del pasillo, estaba sentado Gustabo. Se habían conocido al empezar el colegio, con tres años, y llevaban ya trece años de amistad. El rubio reía y hablaba a gritos con el resto de adolescentes del bus, con tanta energía que no parecía que fuera un lunes para él. Horacio quería mucho a Gustabo, pero ahora mismo le irritaba el tremendo escándalo que estaba montando. Cerró los ojos con más fuerza e intentó concentrarse solo en su música, cuando sintió un codazo en sus costilla. Abrió los ojos y frunció el ceño, mientras se sacaba los auriculares. Estaba a punto de quejarse y preguntar a qué demonios venía su interrupción, pero su casi hermano le interrumpió. 

—Ahí viene tu novio. —dijo, refiriéndose al chico que acababa de subir al bus. Volkov llevaba un abrigo granate largo hasta las rodillas, y no llevaba ni guantes ni bufanda ni gorro. Desde pequeño se había acostumbrado al frío de Rusia, y para él esto no era nada. 

—No es mi novio, y largo de aquí. —Horacio empujó a Gustabo frenéticamente hasta casi tirarlo del asiento, para dejarlo libre para el recién llegado. Volkov lo vio y le sonrió antes de acercarse. 

—¡Ah! ¡Joder, Horacio, ya voy! Dios, las hormonas… —puso los ojos en blanco y se sentó al fondo del bus, junto a unos chicos de cursos superiores. A Gustabo se le daba bien ganarse a la gente, y tenía amigos de todas las edades y todos los tipos. Nadie se resistía a su pico de oro. 

—Buenos días, Viktor. —dijo Horacio, peinando con los dedos su cabello teñido a azul.— No sabía que vinieras en bus. 

El ruso se sentó a su lado y se desabrochó los primeros botones del abrigo. 

—Mis padres no pueden traerme hoy y tampoco van a poder venir a buscarme. —Horacio asintió dando a entender que estaba escuchando lo que decía el contrario, pero en realidad estaba más concentrado mirando lo ruborizada que estaba la pálida piel del chico por culpa del frío.— ¿Tú siempre vienes en autobús? 

Horacio volvió a concentrarse en la conversación y restableció el contacto visual. 

—Sí, mis padres trabajan por las mañanas, pero vienen a buscarme después de clase. —una brillante idea cruzó su mente.— Ey, si quieres puedes venir después de clase a mi casa, ya sabes, porque tus padres no pueden venir a buscarte y ninguno de los dos tenemos carné de conducir aún.