Dónde Volkov vuelve a la ciudad después de mucho tiempo, sin saber si tiene todavía una oportunidad con el que fue su primer amor, y llegó a considerar el amor de su vida.
Parte 2 de 2.
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Lo primero que sintió nada más despertar fue el dolor de cabeza. No recordaba prácticamente nada de la noche anterior, pero sí se acordaba de la vuelta de Volkov. Ni todo el alcohol del planeta podría borrar ese recuerdo de su cabeza.
Abrió los ojos lentamente. Las cortinas corridas hacían que la luz fuera más tenue, y su resaca lo agradecía. Los brazos del ruso envolvían su cintura desde atrás, y él se giró con cuidado para mirarlo de frente sin despertarlo.
No recordaba en qué momento habían acabado en la misma cama, y su corazón comenzó a acelerarse intentando recordar el motivo. Pero vio el golpe en el rostro de Viktor, y las lagunas en su mente empezaron a hacerse algo más visibles.
Suspiró, cerrando los ojos de nuevo y apoyando su frente en el pecho de Volkov, buscando esa calma y protección que sólo él podía otorgarle para no pensar en nada más. Estar envuelto en sus brazos le hacía sentirse seguro, siempre había tenido ese efecto en él. Lo había echado mucho de menos, y había llegado incluso a pensar que olvidaría esa sensación de seguridad.
Comenzaban a humedecérsele los ojos, a pesar de sus esfuerzos por cerrarlos lo más fuerte posible. Y es que no podía evitar pensar que así es como le hubiera gustado amanecer aquel día. Con Volkov a su lado, abrazándolo en sueños, con cientos de dificultades por delante, pero con la determinación de que todo saldría bien si estaban juntos.
Quitando su resaca y las heridas en la cara de Volkov, y retrocediendo cuatro años en el pasado, la escena habría sido perfecta.
Horacio intentaba frenar su llanto, pero no era capaz de hacerlo. En realidad, aunque el detonante había sido casi nulo, llevaba guardándose cosas dentro mucho tiempo. Y ahí, entre las sábanas y junto a Volkov, se sentía lo suficientemente cómodo como para dejarlas salir.
Poco a poco Volkov también fue despertando, y no le costó demasiado darse cuenta de que Horacio estaba llorando. Escuchaba los sollozos, y sentía los espasmos en su cuerpo entre sus brazos.
"Está llorando" pensó, reprendiéndose al instante por lo obvio de su razonamiento. "¿Qué se supone que tengo que hacer?"
En el pasado habría sabido tratar con algo así. Conocía las palabras perfectas para que Horacio se tranquilizara, su mera presencia podía detener su llanto y cambiar su humor al completo, pero las cosas habían cambiado. Ya no era su novio, y era sorprendente lo mucho que tenía que repetírselo a sí mismo para poder recordarlo.
—Horacio... —dijo, sintiéndolo removerse contra su pecho y separarse al instante. Sin permitir que Volkov viera sus lágrimas, se dio la vuelta rápidamente, dándole ahora la espalda—. ¿Te encuentras bien? ¿Qué ha pasado?
Se deshizo de la distancia avanzando suavemente en su dirección, moviéndose sobre el colchón hasta pegar su pecho a la espalda de Horacio. Aún con algo de duda, pasó su brazo sobre su cuerpo para atraerlo hacia él y abrazarlo desde atrás. Sintió un profundo suspiro de Horacio expandir su pecho, y después escuchó la exhalación. Estaba intentando calmarse a sí mismo, y el calor del cuerpo de Volkov y sus caricias conseguían ayudarle. Poco a poco dejaba atrás los recuerdos dolorosos -enterrándolos de nuevo en un lugar casi inaccesible desde el cual no podían hacerle daño- y volvía al presente.
—Estoy bien, tranquilo —apartó el brazo de Volkov y la sábana de sobre su cuerpo y se puso de pie, encerrándose con prisa en el baño para lavarse la cara y cepillarse los dientes.
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↳;; ❝Volkacio AUs♡
FanfictionRecopilación de One Shots que me apetecía hacer para la Volkacio week a pesar de llegar mil años tarde. · · ─────── ·本· ─────── · · Probablemente añada más one shots o drabbles porque estoy muy aburrida todo el tiempo y llorar por píxele...