↳;; ❝Volkacio AUs♡

whispers✨

No hay descripción para este AU. Sólo estoy probando temáticas nuevas sobre las que escribir. 

Volkacio pasando miedo a pesar de que ya pasó Halloween. 

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Horacio decidió apagar la televisión porque Volkov se estaba quedando dormido casi encima de él. El trabajo de policía en ese pueblo era extenuante, y Volkov trabajaba día y noche. Había decidido pasar su día libre con su esposo para compensarle por estar tan ausente últimamente. Y, a pesar de que apenas eran las nueve de la noche, estaba quedándose dormido. 

A Horacio no le gustaba que Volkov trabajara tanto, pero no podía pedirle que cambiara de trabajo. Su sueldo era lo que los mantenía, pues él apenas ganaba dinero en la pastelería que tenía desde que había dejado el CNP. Y, a pesar de que echaba de menos pasar tiempo con él, sabía que necesitaba descansar. 

Se libró de los brazos que lo envolvían y tiró de Volkov para ayudarlo a ponerse de pie. 

—Venga, vamos a cama —le dijo, con dulzura. Volkov casi no podía mantener los ojos abiertos, y se dejó arrastrar por Horacio. 

Dentro del dormitorio la iluminación era escasa, pero sabía la disposición de los muebles de memoria así que se guió en la oscuridad. Acostó a Volkov con cuidado en la cama, y el ruso se revolvió para sujetarlo y que no se apartara de encima de él. 

—Déjame compensarte por estos días que no he estado en casa —tiró de él para tumbarlo a su lado y se inclinó para besarle, pero Horacio se apartó. 

—Ya me compensarás en otro momento, cielo, no te preocupes —le concedió el beso que Volkov había intentado darle antes y se apartó para coger ropa cómoda del armario. Suspiró resignado y comenzó a desabrochar los botones de la camisa del ruso para cambiarla por una cómoda camiseta negra con dibujos de un anime que había visto con Volkov hacía tiempo. Hizo lo mismo con sus pantalones de vestir, y los sustituyó por un chándal holgado. 

Suspiró de nuevo mientras se metía entre las sábanas con Volkov. El ruso lo abrazó en cuanto sintió su presencia, como si fuera incapaz de dormir sin contacto físico. Horacio sonrió enternecido y abrazó a Volkov contra su pecho. Le dolía no tener tanto tiempo en pareja como solían tener en el pasado, pero sabía que la culpa no era de su chico, al contrario, él intentaba estar a su lado todo lo que su trabajo le permitía. 

Cerró los ojos y se durmió acariciando la espalda de Volkov. 

-

Susurros lejanos y amortiguados, y golpes secos. 

¿Estaba soñando? 

Arañazos y… ¿pasos? 

Le empezaba a faltar el aire, ¿estaba teniendo una pesadilla? No sentía su cuerpo, no podía moverse, tenía la piel helada. 

Poco a poco volvió a sentir el cuerpo de Volkov entre sus brazos, fue consciente de su presencia, y su pulso se calmó. No era la primera vez que tenía una pesadilla, solía ocurrirle con más frecuencia de la que le gustaría, y Volkov siempre estaba allí para calmarlo. Pero Horacio no quería despertarlo esa noche, así que respiró hondo, como Volkov le había enseñado a hacer, silenciosamente. Sintió ganas de llorar, pero se contuvo. La angustia producto de la pesadilla seguía en su cuerpo, pero disminuía conforme los segundos pasaban y la realidad se hacía presente. 

Se metió completamente bajo las sábanas y se abrazó a Volkov como si así nada pudiera hacerle daño. Era tarde, así que comenzó a pensar en cosas bonitas para tranquilizarse y poder volver a conciliar el sueño. Su cabeza descansaba contra el pecho del ruso, cuya camiseta olía a jabón. Desprendía un calor corporal cómodo, y con esa sensación estaba consiguiendo volver a quedarse dormido poco a poco.