fathers & daughters✨

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Donde Volkov y Horacio llevan dos años casados y han adoptado a una niña <3

AKA algo soft sin mucho contexto para compensar haber matado a Volkov en el au de la semana pasada, terrible xd

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Apagó la alarma del despertador pocos segundos después de que sonara y bostezó. Horacio gimió y se revolvió bajo las sábanas, odiaba madrugar.

Apenas eran las cinco de la mañana, pero debían prepararse para trabajar. El jefe del CNP y el jefe del FBI tenían muchas reuniones con gente importante, y este era uno de esos casos. Con la diferencia de que era demasiado pronto para ellos.

Volkov fue el primero en hacer el esfuerzo de levantarse. Intentó apartar las sábanas y Horacio tembló de frío y se aferró a ellas. El ruso se rindió y se inclinó sobre él para darle un beso en la frente, y Horacio consiguió tirar de él para tumbarlo a su lado.

—Es demasiado pronto —murmuró con la voz ronca y los ojos aún entrecerrados. Volkov sonrió y no pudo evitar pensar en lo increíblemente atractivo que se veía así.

—Lo sé, pero tenemos que vestirnos —dijo, dejando besos por sus mejillas, notando la barba de un par de días—. Y ducharnos, y prepararle el desayuno a Katia... es mejor que nos vayamos levantando ahora.

Horacio se aferró a sus hombros y enterró la cabeza en el hueco de su cuello. Volkov no tardó mucho en notar los besos, entre cariñosos y traviesos, que empezó a repartir por la zona. Subió los besos hasta detrás de su oreja y después le susurró:

—Hace mucho que no tenemos tiempo para nosotros —le dejó un beso en la mejilla, recorrió con sus labios su mandíbula y finalmente besó su labio inferior y su labio superior.

Sonrió y, aunque contradijera sus palabras, se separó. Por mucho que echara de menos tener intimidad con Volkov, era consciente de que no era el momento, y no quería poner al ruso en ese aprieto de tener que negarse a algo que en realidad deseaba tanto como él.

—Me debes una —Volkov le sonrió también.

—Mañana pedimos el día de vacaciones, ¿sí? —accedió el ruso, dándole un rápido beso en los labios y dejando salir una sonrisa ladina. Mientras Horacio estaba distraído con ese bonito gesto, él aprovechó para separarse y ponerse de pie.

Con un exagerado suspiro, Horacio hizo lo mismo. Se frotó los ojos y se puso de pie, quitándose la camiseta que había usado para dormir y tirándola al suelo. Se situó detrás de Volkov, todavía sintiéndose algo adormilado, y le abrazó por la espalda. La escena era de lo más doméstica, como si fueran una pareja más. Volkov se dio la vuelta para pegarlo a él y acariciarle el pelo con cariño.

Llevaban año y medio casados, y su boda había sido culpa de Katia. Ellos habían estado años saliendo como pareja, y no necesitaban nada más, pues estaban inmensamente felices. Después adoptaron a la niña, una pequeña de cuatro años con padres inestables que no podían tener su custodia. Tenía el cabello castaño, con unas ondas suaves que Horacio adoraba cepillar, y los ojos grises, parecidos a los de Volkov. Ella había sido la que les había dado la idea de casarse.

—¿Le haces el desayuno mientras me ducho? —Volkov no respondió, tan sólo le dio un beso rápido y asintió.

Salió del dormitorio y se dirigió a la cocina. Siempre era él el que cocinaba, se le daba mucho mejor que a Horacio, y a Katia le gustaba mucho más lo que cocinaba él. Horacio, de alguna manera que el ruso no comprendía, siempre acababa quemando la comida o añadiéndole demasiada sal.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora