↳;; ❝Volkacio AUs♡

where's my love? ✨

Parte 1 de 2

AU dónde Volkov está en peligro y tiene que huir, dejando atrás lo que más ama. 

(es triste pero la segunda parte va a ser muy soft, valen la pena las lágrimas) 

Basado en la canción: 'Where's my love' de SYML

*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•*´¨'*•.¸¸.•

Meses atrás… 

Le dejó un beso en la frente y se aseguró de que estuviera bien arropado por las sábanas antes de coger su bolsa de ropa y salir del dormitorio, cerrando la puerta lo más suavemente posible. Quiso grabar a fuego en su mente la suavidad de su pelo y de su piel, y su olor a lavanda y vainilla, para no olvidar jamás esos pequeños detalles que tenía miedo de que su mente difuminara hasta ser incapaz de evocarlos con el paso del tiempo. 

Pero no tenía tiempo, ya no le quedaba más, se había agotado hasta el último grano en su reloj de arena. Había llegado a un punto en el que estaba acorralado entre la espada y la pared, y no podía respirar. Conway era el único que sabía acerca de su situación. La mafia que lo buscaba, la mafia que lo había encontrado en Los Santos. 

La mafia que quería acabar con él. 

Era algo personal, pero Volkov no había hablado de ello. El superintendente, aún así, sospechaba que tenía que ver con dinero, el dinero que tuvo que conseguir para salir adelante cuando perdió a su familia. No se trataba de deber nada, porque Volkov perfectamente podía pagar sus deudas con su sueldo de comisario. Se trataba de venganza, de que Viktor pagara con su sangre todos sus pecados de antaño. 

Y Conway sabía que él podría detener a esa mafia, que el CNI podría acabar con todos y cada uno de ellos, pero necesitaban a Volkov lejos. Para que no le hicieran daño, y para que no sufriera por ver a la gente que consideraba su familia peleando contra la gente que salía todas las noches en sus pesadillas. Igual que sabía que Horacio no permitiría que Volkov se apartara de su lado en una situación tan delicada. 

Y Volkov lo sabía, sabía que Horacio daría su vida por él, así que no le dijo nada cuando Conway y él tomaron la decisión de que volviera a Rusia hasta que dieran con la mafia y el peligro pasara. 

—Dile que estoy bien y que volveré, por favor. No dejes que sufra, que no le hagan daño —repitió de nuevo Volkov, adentrándose en el aeropuerto con ropa oscura y una gorra en la cabeza junto al hombre que consideraba su padre—. No le digas donde estoy, que no me busque. 

—Tranquilo. Lo tengo todo bajo control —pero en realidad todavía no sabía cómo iba a lidiar con Horacio desesperado por no saber el paradero del hombre que amaba. Casi podía imaginarse la desesperación brotando de sus ojos pardos. 

Pero quería que Volkov subiera al avión sin miedo, así que mintió y le convenció de que todo iría bien. Le pidió que no lo llamara, que sólo escribiera cartas sin remitente, sin firma y sin dirección para saber que estaba bien. 

—Y anímate, joder, que volverás en un par de meses —y Volkov asintió, intentando autoconvencerse de que era cierto, cuando en realidad ninguno tenía ni idea de cuánto podría durar la investigación. 

Le dio un suave apretón en el hombro, porque Conway no era de despedidas cariñosas, pero Volkov sabía que le tenía aprecio, y que él también lo veía como a un hijo. 

Y mientras hacía fila para embarcar en un avión destino Rusia a medianoche, solo pudo pensar en Horacio, acurrucado entre las cálidas sábanas de su cama, abrazando la almohada porque Volkov ya no estaba allí. Nunca jamás en su vida había deseado algo con tanta fuerza como ahora deseaba estar ahí con él.