↳;; ❝Volkacio AUs♡

dreams✨

5-> cuddling 

Soulmate AU en el que cada noche tus sueños son recuerdos de tu soulmate <3

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Horacio supo que Volkov era su alma gemela desde que lo conoció. Era la única persona de procedencia rusa que había conocido en su vida, y eso explicaría sus extraños sueños. 

Cada noche, Horacio tenía pesadillas que no entendía, porque las personas que salían en sus sueños gritaban y maldecían en ruso. Le frustraba muchísimo el no entender, porque se le dificultaba la tarea de encontrar a su alma gemela. Recordaba que había hablado con Gustabo sobre este tema, y el rubio le había aconsejado que simplementente los ignorara, que no valía la pena encontrar a tu alma gemela.

Nunca le había preguntado a su amigo qué era lo que él soñaba, y él tampoco se lo había querido contar, pero había veces que lo escuchaba llorar en sueños. Después, lo escuchaba levantarse para beber y ya no volvía a acostarse el resto de la noche. A la mañana siguiente, Horacio se daba cuenta de las ojeras y de los ojos rojos, pero nunca decía nada, y ahora que se había mudado no sabía qué tal estaba su amigo. 

Conforme entablaba amistad con el comisario, se dio cuenta de que le gustaba mucho. No le importaba tener pesadillas todas las noches si él iba a ser su alma gemela, valía la pena. 

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Volkov tardó un poco más en darse cuenta. 

Él también tenía bastantes pesadillas, en las que veía a un niño pequeño junto a él, viviendo en la calle entre cartones y robando para poder comer. Soñaba con gente dándole palizas y una madre que lo abandonaba. Muy de vez en cuando soñaba cosas diferentes, como fiestas o citas con todos los doctores de la ciudad. 

Cuando supo del pasado de Gustabo y Horacio no tardó mucho en atar cabos, aún que le daba miedo dar el primer paso. No sabía si estaba preparado para hablar con Horacio sobre este tema, sobre que estaban destinados a estar juntos, a pesar de tener claro que Horacio debía de saber que él era su alma gemela, porque, ¿a cuantos policías rusos conocería a parte de él? 

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Horacio hizo toda su rutina nocturna antes de meterse en la cama. Siempre intentaba dormir lo menos posible, porque casi todas las noches tenía sueños horribles. Después de cenar, vio una película y lavó los platos hasta que estuvieron brillantes como espejos y se desmaquilló con mucho cuidado. Se lavó muy lentamente los dientes mientras se intentaba convencer de que, soñase lo que soñase, eran sólo eso: sueños. No podían hacerle daño. Se quitó la ropa y se puso una camiseta de dormir blanca, después apagó la luz y se metió entre las sábanas. 

Pensó en lo mal que debía de haberlo pasado Volkov. Si a él las pesadillas lo hacían levantarse sudando y sin respiración, con el corazón acelerado y los ojos repletos de lágrimas, aún sabiendo que son simples sueños, para el comisario debía de ser horrible. Al fin y al cabo, eran sus recuerdos. 

¿Qué debía de soñar Volkov? Seguro que los recuerdos de Horacio viviendo en la calle, porque eran los que más lo habian marcado. Dios, esperaba que no hubiera soñado nada de sus recuerdos de su época al llegar a la ciudad, en la que sólo salía de fiesta y ligaba. Se moriría de vergüenza. 

Suponía que Volkov debía saber que él era su alma gemela, aún que nunca habían hablado de ello. 

Poco a poco se estaba dejando acoger en los brazos de Morfeo, así que dejó de intentar luchar contra el sueño y cerró los ojos, sabiendo que probablemente lo que fuera a soñar sería horrible.