↳;; ❝Volkacio AUs♡

teacher's pet [ending]✨

Parte final de este AU, las otras dos tienen el mismo título, podéis leerlas antes de leer ésta para poneros en situación💗

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Lo siguió con la mirada en cuanto lo vio entrar, con ese aire ligero y ese brillo que parecía portar siempre a su alrededor. Intentó no sonreír, pero, por si acaso se le notaba demasiado la manera en la que las comisuras de su boca se alzaban al mirar, embobado, su silueta, agachó la cabeza. Horacio también lo miró, pero no se detuvo ni gesticuló demasiado. Tan sólo le guiñó un ojo, elegantemente discreto, y Volkov pudo percibir la manera en la que su boca también luchaba por contener una sonrisa.

Estaban felices, y se les notaba demasiado porque ninguno de ellos sabía disimularlo -y, lo cierto, es que tampoco se esforzaban demasiado por ocultar lo bien que se sentían últimamente-. Habían pasado mucho tiempo juntos en los últimos meses, y se estaban empezando a acostumbrar a la presencia del otro. Ya no solamente en un plano sexual, sino en el día a día.

Para Volkov ya se le hacía raro imaginarse desayunando café caliente y tostadas de pan blanco sin Horacio dando vueltas por su cocina, vestido con su ropa e instándolo a faltar al trabajo y disfrutar de esa extrañamente hogareña sensación todo el resto de la mañana. Se le hacía lejana la época en la que no hacía huecos en su agenda para poder ir a comer con Horacio, o las mañanas en las que no escuchaba la ducha de fondo mientras él recogía el desastre de la noche anterior. No se imaginaba llegando al instituto en coches separados -habían puesto la excusa de que Volkov se había mudado, así que habían decidido compartir vehículo para contaminar menos-, sin la radio puesta y sin la arrolladora presencia de Horacio. No concebía sus noches si no se dormían juntos, en las sábanas limpias y suaves de su piso o el de Horacio.

Era, simplemente, una vida mucho más entretenida que la que había llevado hasta ese momento. Y, aunque técnicamente ninguno de ellos había acordado los términos en los que se encontraba su relación, ambos sabían que eran como una pareja. Y los dos estaban de acuerdo con ello.

Con lo que también estaban de acuerdo era con mantener su especie de relación tácita en secreto. La escuela en la que daban clase no era especialmente permisiva con mantener relaciones románticas, porque hacía ver a los profesores demasiado poco profesionales. Y que fueran dos chicos no ayudaba. Volkov había escuchado un par de comentarios en la sala de profesores, algunas "bromas"... que le habían puesto la carne de gallina al darse cuenta de la homofobia tan normalizada que seguía habiendo en su entorno. Era simplemente despreciable la manera en la que la disfrazaban bajo la excusa de "humor".

Sabían que lo que tenían no era nada malo, pero también sabían que la mayor parte de los peces gordos que pagaban sus salarios mensuales estarían descontentos si se enteraban, y uno de los lados pesaba más en la balanza, el lado que podía dejarlos sin trabajo en cualquier momento.

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—Señor Volkov —saludó el secretario, sin llegar a entrar del todo en el aula, interrumpiendo la clase de Volkov—, ¿puede acompañarme un momento?

—Eh... sí, claro —ni se molestó en pedir a sus alumnos que no hicieran ruido en su ausencia, porque sabía que era algo imposible.

Dejó sus cosas sobre el escritorio y se dirigió a la puerta, saliendo detrás del secretario. Supo que algo iba mal cuando vio a Horacio -que le saludó con una sonrisa que intentaba disipar sus nervios, y que en cualquier otro contexto lo hubiera conseguido- junto a él.

—Acompáñenme un momento —pidió, comenzando a caminar—. El director quiere verles.

—Hacía mucho que no era a mí a quién mandaban al despacho del director... —susurró en broma Horacio, intentando sacarle una sonrisa a Volkov incluso en ese momento, pero no funcionó, porque el ruso estaba ocupado con sus propios pensamientos. Se hacía una idea de lo que podía estar a punto de pasar, y su cabeza trabajaba buscando posibles respuestas a preguntas que ni siquiera le habían hecho todavía.