We'll meet again [extra]✨

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Donde Volkov y Horacio se conocen en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.

Extra, porque vosotrxs queréis leerlo y yo quiero escribirlo.

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—¿Para qué necesitamos tres baños? —dice Horacio, sin abrir los ojos todavía. Siente los dedos de la mano izquierda de Volkov acariciarle el antebrazo de arriba a abajo, y es una sensación relajante. Podría quedarse dormido ahí, tumbado en la hierba, arrullado por las caricias de Volkov y los rayos del sol.

—Tienes razón —Volkov descarta esa opción. Por ahora, no ha habido ningún anuncio de casas que les haya gustado a los dos. O son demasiado grandes para dos adultos y una niña, o están demasiado lejos, o son demasiado caras.

—¿Podemos hablar de otra cosa? —pide Horacio, aún sin abrir los ojos. Se coloca el antebrazo sobre la cara para que no le moleste el sol—. Este tema me está empezando a agobiar.

—Claro —accede el ruso, y se recuesta a su lado.

En la zona en la que están no hay nadie más que ellos dos. Están lo suficientemente lejos de la casa de Volkov como para que su familia no pueda verlos, pero lo suficientemente cerca como para volver antes de que los echen en falta. Se quedan en silencio unos segundos, aunque Horacio suspira y llama la atención de Volkov.

—No pienses más en eso —dice, deslizando su mano por el brazo de Horacio hasta llegar a entrelazar sus dedos con los de él. Sabe que está pensando en el tema del que llevan días hablando, uno peor y más estresante que buscar piso—. Eso te agobia más que mudarnos.

—¡Normal, Viktor, claro que me agobia más! —pero se arrepiente de haber levantado la voz al momento, y trata de tranquilizarse—. Pero no por mí, ya lo sabes.

—A mí no me va a pasar nada —asegura, pero Horacio niega con la cabeza.

—Eso no lo sabes, pueden- - Si nos ven... —la idea de que a Volkov le pueda pasar algo si le cuentan a su familia que tienen una relación romántica le aterroriza.

No porque su familia pueda hacer algo, por supuesto que no. No se lo han dicho aún, pero deben de sospecharlo. Volkov y Horacio no actúan como simples amigos, y eso es evidente para todos. Pero no es por ellos por quienes tiene miedo, sino por todo el resto de gente. Porque de alguna manera u otra se acabarán enterando.

Tampoco es que a ellos dos les apetezca disimular, pero es que no viven en una ciudad donde vayan a respetarlos a ellos y a su relación. Y a Horacio le da pánico que puedan hacerle algún comentario a Volkov o incluso algo peor. Por ese motivo, justo en ese instante, le suelta la mano.

Volkov se incorpora y se sienta. Tira del brazo de Horacio para que se siente a su lado.

—Es que- - —antes de que pueda acabar una sola frase, Volkov lo sujeta de las mejillas y lo besa. Horacio se separa al instante, colorado, y dirige una mirada rápida a su alrededor, comprobando que siga sin haber nadie. Después se vuelve a girar hacia Volkov y lo besa, haciendo la presión necesaria para tumbarlo de nuevo sobre la hierba.

Las manos de Volkov lo sujetan por la cintura, las de Horacio están a los lados de su cabeza para mantenerse sobre él. Se besan y sonríen en mitad del beso, aunque les haga perder el ritmo.

—Me da igual que nos vean —dice Volkov, en los escasos segundos en los que los labios de Horacio le dan tregua.

—No es cierto —rebate él, y tiene razón. Volkov tiene el mismo miedo que él.

—En este momento me da igual —corrige, y Horacio asiente con una sonrisa -porque en ese momento a él también le da igual todo- antes de volver a besarlo.

↳;; ❝Volkacio AUs♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora