↳;; ❝Volkacio AUs♡

DAY 4: living with pets✨

DÍA 4: conviviendo con mascotas  ✈️🇷🇺🐱❄️

(Aclaración: en esta historia la familia de Volkov está viva, lo digo por las teorías que dicen que el pasado oscuro de volkov era por culpa de la muerte de su familia) 

Advertencia: mucho, mucho texto. El tema principal es "conviviendo con mascotas" pero se me fue la pinza y escribí todo esto porque me puso muy soft. Ojalá os guste. 

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Conway sabía lo importante que era ese viaje para Volkov, no por nada llevaba semanas piendole que le diera vacaciones la semana de Navidad. Y a Conway le gustaba burlarse y hacerle perder los nervios, diciendo que lo necesitaba en comisaría y que nada de vacaciones si eres policía, pero tuvo claro desde el primer momento que iba a darle los días libres. No sólo porque Volkov se mereciera un descanso, si no también porque lo que quería hacer era llevarse a Horacio a Rusia para presentárselo a sus padres, y al pelirrojo le hacía tanta ilusión que Conway era incapaz de negarse.

Llevaban casi un año de relación. Horacio no se había dado por vencido tras el "rechazo" del ruso. Se dio cuenta de que quizá se había dado demasiada prisa y que con Volkov no funcionaban los consejos de Gustabo, así que le dio su espacio pero siguió estando a su lado en los malos momentos. Greco y Conway metían mucha caña entre ellos, con comentarios incómodos si estaban en un código 3 o intentando hacer que estuvieran a solas en los vestuarios. Al principio Volkov odiaba eso, luego se acostumbró y no le daba importancia, y finalmente solo se sonrojaba y se reía nervioso cuando alguien decía algo de ese estilo. 

El tiempo puso todo en su lugar. Volkov se había encariñado demasiado con Horacio, y aún que no era un experto en el amor, sabía que sentía más que amistad. 

Su relación fue poco a poco. Volkov era muy tímido para esas cosas, y al principio no era capaz ni de cogerle la mano en público. Por otro lado, Horacio era muy expresivo y llamativo, y por él se hubieran besado apasionadamente en medio de comisaría, así que ambos tuvieron que adaptarse al otro. 

Horacio tuvo que aprender a moderarse, Volkov a dejarse llevar. 

Y aunque al principio fue difícil, se hacían tan felices el uno al otro y dolía todo tan poco cuando estaban juntos, que siguieron intentándolo hasta llegar a un punto en el que ambos estaban cómodos con su relación. 

Hacía dos semanas estaban en el piso de Volkov viendo una pelicula. Como Horacio no tenía suficiente dinero como para mantener el alquiler del piso en el edificio de Volkov, tuvo que venderlo y comenzar a vivir en otro lugar, así que pasaba muchos días en el piso del ruso. Horacio tenía su cabeza apoyada en el regazo del comisario, y se estaba quedando dormido. Volkov tampoco le estaba prestando atención a la película de zombies que estaba puesta en la tele, porque estaba más ocupado pensando en algo que llevaba ya un tiempo carcomiendolo por dentro. 

—¿Estás despierto, Horacio? —le susurró finalmente. Había decidido dejarse llevar y hablar con él sobre ese tema. 

—Hmm. —el sonido que hizo Horacio era afirmativo, así que decidió continuar. 

—¿Podemos hablar de un tema? —en ese momento Horacio abrió los ojos y Volkov se dio cuenta de lo tenso que se había puesto de repente. El pelirrojo apagó la televisión y se levantó de su regazo. Se sentó a su lado, pero dejando cierta distancia entre ellos. 

—¿Pasa algo malo, Volkov? —el ruso se dio cuenta de que había preocupado a Horacio por nada, así que le cogió la mano para tranquilizarlo. 

—No, nada malo. —vio como el pelirrojo soltaba el aire que llevaba unos segundos conteniendo.— Pero el caso es que… ¿tienes algo pensado para hacer en Navidad?