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¿Peter estaría practicando?

El estrés me estaba matando en esta jaula. Necesitaba seguir con mis planes o todo iba a salir muy mal.

De por sí ya estaba perdiendo tiempo acá metida, y tenía miedo de que el pelotudo de Peter pudiera ser engañado por Ester. Aunque ella no puede tocar el anillo, y si se atreve a tocar a Peter será castigada porque el alma de ese humano me pertenece.

Sí, no estaba en peligro.

Es un brujo, sabe cuidarse.

Por otro lado estaba esperando que Daniel pudiera venir, capaz el me ayudaba a salir, o ayudaba a Peter a entrenar.

Daniel eligió el grupo de Mateo, Amelia.

Resoplé con todos estos pensamiento en mi cabeza.

—Estoy aquí.

Miré al frente, estar así, sin poder, encerrada y vulnerable a Mateo me hacía recordar a aquellas épocas en donde yo era una humana.

—Te dignaste a aparecer. —Dije yo, cruzada de brazos.

Lo miraba desde mi lugar, sentada en el suelo, apoyando mi espalda en el muro detrás de mí.

—Así es.. —Dijo antes de sentarse a mi lado.

—Necesito irme, Mateo. No es joda. —Le dije.

—Nunca he pensado que sea joda. —Dijo él. —Estoy seguro de que estás planeando algo, me lo dijiste antes, Daniel me ha insinuado cosas y me dejaste una maravillosa pista dándole vida no a unos simples huesos, sino a unos huesos malditos, separados para un sacrificio a Lucifer.

Sonreí de lado. —De admirar, ¿no?

—Estoy orgulloso de vos. —Sonrió mientras mordía su labio inferior.

Y mierda, eso me infló el corazón.

—No me interesa. —Le dije.

—Eso decís.. —Dijo él antes de poner sus manos en mi cadera.

—¿Qué hac..? ¡Mateo! —Me quejé cuando me levantó y me puso en sus piernas.

—No te hice mía hace unos días porque puedo ser castigado.. estoy casado, y la justicia infernal puede alcanzarme hasta aquí. —Dijo él.

Cómo me dolía que estuviera casado en serio.

—Ah. —Miré a la pared de en frente.

—Mirame.. —Sacó una de sus manos de mi cadera para llevarla a mi mentón y así hacer que lo mirara. —Pero al menos ella no puede venir acá y podemos hablar bien.

Sus ojos se veían brillantes, y eso me encantaba.

—No tengo nada para hablar.. —Pronuncié en voz baja.

—¿No me pensás decir que tenés en mente, hermosa? —Dijo. —Me muero por saber tu plan.

—No te lo voy a decir. —Me crucé de brazos antes de mirar al frente de nuevo.

Sentí un cosquilleo en mi estómago al sentir un beso suyo en mi hombro.

—Yo te voy a contar el mío.. —Susurró y lo miré.











Corto porque estoy que me muero de sueño pero quería dejar un cap.

Las amo muchísimo preciosas mías, mías.

¿Se viene la confesión de Mateo?<3

HELL II [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora