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OMNISCIENTE

La tierra temblaba mientras ambos bandos se golpeaban el uno al otro, ángeles y demonios, criaturas de guerras eternas, una vez más se habían juntado para batallar.

Los humanos corrían buscando refugio ante los fuertes temblores, y otros no alcanzaban a correr ante los desastres causados, ya que terminaban enterrados debajo de pilares de piedras.

Debajo de la tierra.. en lo profundo del infierno se encontraba quien ahora había perdido el protagonismo, una princesa infernal encerrada en un calabozo.

Amelia estaba sentada en el suelo de la celda, había una pequeña pelota que tiraba repetidas veces a la pared hasta que caía de nuevo en su mano.

Era consciente de que arriba había iniciado la guerra, y estaba más que molesta porque las cosas no pasaron como ella creía.. nada fue como ella quería.

Había creído a Mateo las palabras, aún con advertencias pequeñas que decían que mantuviera un poco la duda, no se iba a lanzar confiada en sus brazos.

Aún tenía una idea en mente.. una que habría cumplido si no hubiera sido porque el príncipe no la dejó salir.

—No sabía que eras un demonio de la muerte. —Dijo él, mirándola.

Como si hubiera sido un milagro, frente a ella se encontraba el demonio, mirándola fijamente.

Amelia alzó ambas cejas.

—¿Qué hacés aquí? —Cuestionó ella levantándose.

—Reconsideré sacarte. —Dijo y ella sonrió aún confundida.

—¿Lo decís enserio? —Dijo ella.

El demonio la miró con una sonrisa y le extendió su mano mostrándole algo.

Ella miró y ahí se percató del anillo.

—Peter.. —Dijo mirándolo en total desconcierto.

—No soy tan poderoso como vos, pero entrené lo suficientemente bien para aprender a manejar el cetro aunque no estuvieras conmigo.. creo que aprendo mejor sin presiones. —Dijo él con una sonrisa que le contagió a ella. —Y.. me gustaría hablar más pero creo que es mejor que salgamos de aquí.

—¿Podés hacer eso? —Preguntó entusiasmada.

—No puedo.. pero.. estoy segura que vos sí. En cuanto te saqués el anillo es mejor que lo primero que hagás sea sacarme a mí, porque si no.. el infierno me va a atrapar. —Dijo él algo nervioso.

Ay, Peter. Amelia lo había extrañado, aunque fuera torpe y.. bueno.. humano.

El ser terrenal se transportó dentro de la celda y un poco asustado le pasó el anillo a Amelia, volviendo a su forma normal.

—Estoy orgullosa de vos.. —Sonrió ella poniéndose el anillo.

Y entonces, sintió como aquella vez, como todo su poder y el de el cetro de conectaban, incrementando su poder en segundos.

Fue demasiado poder el que sintió, ya que incluso en aquella celda se había debilitado y perdido el suyo.

—Arriba.. —Susurró antes de señalar a Peter, quien desapareció rápidamente.

Ella tomó aire y miró la celda, una experiencia más que nunca olvidaría.

Y algo más de lo que se tenía que vengar.

Aquella celda quedó en cuestión de segundos vacía...









Vamos Ameliaaaaa.

Creo que alguien tiene una participación estelar en la guerra.😏

HELL II [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora