Mateo
Muchas cosas extrañas estaban pasando últimamente y estaba sumamente estresado.
Amelia y su estrecha relación con aquel humano. Ya se que solo le está sirviendo a cambio de su alma, pero igual, parece que lo hace gustosa, lo cuál me molesta sinceramente.
Lily y su re aparición en el infierno. Hace varios días atrás venía sintiendo que pasaba algo raro, había alguien raro por ahí, cosa que no le quise decir a Amelia. Es que sinceramente a ella no le incumbía en lo más mínimo aquello.
Y por último, Valentín.
Valentín era un ángel bastante conocido, de alto rango celestial, razón por la que Amelia no se pudo defender en lo más mínimo contra él.
Bueno, Valentín ya había liderado antes una batalla contra algunos demonios, una batalla en la que yo estaba de líder, como siempre, junto con Daniel
Fue en 1808 cuando Daniel y yo estábamos infestando un pueblo, estábamos tomando hasta los animales y matando toda planta que diera frutos.
El pueblo estaba casi fundido en el pecado, los teníamos tan dominados que pensábamos llevarlos hasta la muerte.
Matar un humano no era tan divertido que llevarlo a que él solo tomara la decisión de matarse, es por eso que queríamos causar una ola masiva de suicidios.
Nuestro plan iba perfecto, hasta que Valentín se interpuso, y tengo esa estaca en el corazón desde que ganó.
Si se iba a meter nuevamente con nosotros, esta vez no había chance de que él ganara.
Por ahora esperaba que no hubiesen más pasos de su parte porque sino todo se iba a pudrir.
—Me voy. —Le avisé a Amelia.
Ella estaba tranquila tomando de una bebida en la cafetería.
—Genial. —Dijo mientras seguía bebiendo.
—Bue, no te importa. —Dije y ella rió.
—Andás sensible. —Dijo ella sin prestarme atención.
—Como ya estás con el boludito ese no te hago falta, ¿no? —Dije un tanto molesto.
Yo quería que ella tuviera su atención centrada en mí.
Hizo a un lado la copa cuando terminó, y por fin me miró.
—Mateo, trato de enfocarme en subir de rango para vos, ¿no es suficiente? —Cuestionó.
Asentí con la cabeza, tenía razón.
—Sí, tenés razón. Solo que.. estoy ansioso porque ese momento llegue. —Dije y ella sonrió ladeado.
—Yo también. —Dijo ella levantándose. —También me voy ya.
—Okey. —Dije levantándome igual.
Quería que se acercara a mí para darme un beso, pero no lo hizo, solo desapareció frente a mis ojos.
Suspiré, quizá me había acostumbrado a sus detalles de humana.
Ahora era un demonio, no era romántica, y eso estaba más que bien, solo que no era a lo que me había acostumbrado.
Tenía tres problemas que ya mencioné antes. Con el de Amelia no puedo hacer nada al respecto, y con el de Valentín estoy a la espera..
Solo quedaba Lily, e iría en su búsqueda.
3/3 bueno, acaba el maratón, les quiero mucho<3