Amelia
—Va a ser mucho mejor si te olvidás de esa piba, Peter, ¿vos sabés cuantas pibas podés conseguir? Dejá de ser tan boludo. —Dije mirándolo.
—Lo siento, es que esperaba más de vos, pero está bien, la dejo ir, total que nunca me dio bola. —Dijo alzando los hombros.
Suspiré y miré a Peter que estaba parado fuera de su universidad, iba a entrar.
—¿Ves a ese pibe de ahí? —Preguntó él.
Miré hacia donde me indicaba y miré a un pibe rubio y alto.
—¿Qué pasa con él? —Cuestioné alzando una ceja.
—Me jode de vez en cuando, es re molesto, solo porque es rubio y tiene detrás de él un montón de pibas. —Dijo de malhumor.
Asentí con la cabeza mirando como el rubio coqueteaba con una mina que se le cruzó en el camino.
—Podés asustarlo. —Sugirió.
Me reí. —Ay, Peter. ¿Vos te pensás que que soy yo? No soy un ángel de la guarda. —Dije. —A veces me parece que creés que yo soy quien debe servirte, cuando vos tenés que servirme a mí.
—Y bueno, no me has pedido nada vos. Yo lo haría.. esto.. podría ser, bueno más bien debería ser recíproco. —Dijo él.
—Ésto es lo que yo quiera. —Dije y él rodó los ojos.
Imité su acto.
—Si me pedís que peque es diferente. —Dije.
—Mátalo. —Dijo. —O no, capaz tiene un ángel y te le cagás.
Mordí mi mejilla interna antes de agarrarlo del cuello, asfixiándolo con fuerza.
Lo solté haciéndolo caer de pronto al piso, su rostro que se había puesto rojo recuperó su color normal. Volvió a levantarse en medio de tosidos y negó con la cabeza.
—Piensa la próxima vez antes de hablar, juro que puedo cortarte la lengua, total no me interesa lo que pueda pasar con tu vida. —Dije.
Él negó con la cabeza y la bajó un poco.
—Perdón. —Dijo.
—No sabés con quien tratás. —Dije empezando a molestarme. —Estás confundiendo mi amabilidad.
—Sí, lo siento, en serio te necesito. —Dijo él.
—Eso es lo que no entiendo. —Dije confundida frunciendo el ceño. —No parás de pedirme boludeces, no entiendo.
—Mirá, tenés razón. Yo solo soy un pelotudo en este mundo que no puede hacer nada solo y con mucho odio a los que me rodean. —Dijo él y yo lo miré atenta. —No lo decía en joda igual lo de la reciprocidad. Podés bien matarme, o tenerme a mí de servidor, yo ya te di mi alma, y puedo serte realmente leal, total no te cuesta nada las boludeces que te pido.
Peter tenía razón. Yo siempre iba a ser superior a él, así que nunca me iba a ver obligada a hacer algo que no quisiera, mientras que él sí tenía que hacer lo que yo le dijera.
—Te seré leal. —Aseguró nuevamente.
Lo miré fijamente buscando alguna trampa.
Se arrodilló frente a mí causando que lo mire atenta ocultando mi sorpresa, podían verlo las personas a nuestro alrededor, aunque ciertamente no habían muchas personas.
—Si te veo con cosas raras, no voy a dudar en matarte, Peter. —Dije mirándolo a los ojos para que supiera que no mentía.
—Prométeme que no lo vas a hacer a menos que la cague. —Dijo.
Ladeé un poco la cabeza.
—Lo juro. —Dije.
—¿Y así lo sellamos? —Cuestionó.
Un recuerdo de Mateo atacó mi mente, cuando selló un juramento conmigo.
Creo que aquello no era cierto, solo quería joderme.
Miré sus labios un segundo, yo también quería joder.
Llevé mis labios a los suyos y planté un beso ahí.
Amelia lpm jasjhsak
Quería compartirles que estoy muy feliz porque ya pasé el año y estoy en vacaciones ❤️