MALAS DECISIONES
Boston, Massachusetts, 201330 de Mayo
—¿De quién es el teléfono que suena? —cuestionó la maestra interrumpiendo su explicación de los ejercicios del libro.
Maldije en silencio, mi tono de mensajes era muy característico. Con disimulo le bajé el volumen sin sacarlo de la mochila, como nadie dijo nada, la maestra de aritmética volvió toda su atención al pizarrón.
Era buena en esa materia sin tener que prestar atención, razón por la que siempre me sentaba en los últimos pupitres y podía escuchar música o revisar el móvil sin que nadie se percatarse ya que los vecinos de pupitres o estaban en las mismas o dormían detrás de un libro, como Audrey.
Abrí el mensaje nuevo, sorprendida de que sea de la hermana menor de mamá, Esme, pues ella vivía en Irlanda y nadie me había dicho que iba de visita.
Tía Esme: Princhi, ha pasado algo grande, estoy yendo a recogerte de la escuela para ir al pueblo. Espérame en la entrada, ya pasé por Feith.
Hope: Primero, ¿cuando llegaste a Boston? Segundo, aún faltan como cuarenta minutos para que acabe mi clase.
Tía Esme: Busca la manera de salir, estamos esperando fuera del edificio. Te cuento en el auto, Princhi.
Si ya estaban esperándome, en realidad había pasado algo importante.
—¡Audrey! —murmuré mientras la sacudía ligeramente. Ella abrió los ojos un poco confundida.
—¿Acabó la clase?
—No, solo que tengo una emergencia familiar y debo ir a Brook Farm, mi tía y Feith me esperan.
Frotó sus ojos con la palma de su mano como si eso le devolviera total conciencia.
—Creí que Sam y tú saldrían hoy, por eso el vino a buscarte.
—Está en la biblioteca esperando, pero lo buscaré para explicarle —saqué la llave del departamento y se la extendí—. Si todo está tan loco como dice mi tía, tal vez volvamos muy tarde así que se buena y pasea a Mota y dale de comer.
—Lo tendré en mi apartamento hasta que vuelvas, soy muy floja como para estar subiendo —rodó los ojos, alistándose para volver a dormir—. Nos vemos después.
Esperé a que la maestra hiciera una pausa para decirle que debía ir a la enfermería, no fue difícil convencerla. Dado que era mi última clase del día, no había ningún problema.
Hope: Ya salí de mi clase, solo denme diez minutos, debo ir a la biblioteca.
Tía Esme: No jodas. En verdad tenemos prisa.
Un pequeño dilema al que me enfrentaba. Decirle a Sam por mensaje de texto que había ido al edificio de ciencias por las puras y obedecer a mi tía, o, ir a la biblioteca a explicarle a Sam, despedirnos con un gran beso y estar con suficiente buen humor para soportar lo que sea que pasaba en Brook Farm.
—A la mierda —me decidí.
|=|
Decir que mi mente estaba en otro continente era poco, estaba tan distraída que no me percaté cuando el auto se estacionó fuera de la casa de mis abuelos.
ESTÁS LEYENDO
Solo deja que te toque © [EN PROCESO]
RomanceCuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa el tiempo que pase, ni las nuevas personas que lleguen porque, al final del camino, volverán a encontrarse y nunca más se dejarán ir. Así podemos hablar de la historia de Hope y Sam, bu...