Capítulo 22 - Hope

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Si ven una palabra en cursiva y con un * al lado, su significado estará en el comentario de ese párrafo.

TAL VEZ
Boston, Massachusetts, 2013

30 de Junio

—Entonces, ¿Sam es tu novio otra vez? —preguntó Audrey viéndome fijamente.

—No lo sé, no hemos aclarado dale todo eso pero creo que los dos lo queremos. Cuando vuelva le pediré que tengamos esa conversación directamente —dije.

Me dejé caer a su lado en su cama y apoyé mi cabeza en su hombro.

—Lo hacen todo muy complicado, vuelvan y ya.

—No lo hacemos complicado, lo es —me defendí—, pasaremos un mes lejos y con diferencias horarias fuertísimas dónde lo mejor es que esperemos solo un poco para poder volver a ser lo que éramos antes.

—¿Y si te enamoras de un europeo?

—No pasará, Sam es todo lo que ocupa mi corazón.

—¿Y si Sam se enamora de alguien más? —inquirió conteniendo una carcajada.

—Eso tampoco pasará, confío en lo que Sam siente por mí. Además, sé que eres demasiado fastidiosa y podrás ahuyentarla —me encogí de hombros—, no tengo de que preocuparme.

—Idiota —bufó Audrey golpeando mis costillas con su codo de forma amistosa.

»Por cierto, ¿has vuelto a hablar con tu mamá sobre el asunto con Feith?

Mi bien humor y la alegría que había embargado esa mañana desaparecieron.

Desde su llamada desesperada, mamá no había vuelto a hablar de eso y cada vez que yo intentaba hacerlo ella prometía que lo arreglaría todo pero yo debía olvidarlo por ahora. Sinceramente, la pasaba muy mal sin poder decírselo a Feith y el resentimiento contra mi padre crecía con cada día.

—No, ella finge que no pasó —suspiré—. Ayer me entró un pequeña crisis cuando ví viejas fotos familiares e intenté comunicarme con papá pero, para mí buena suerte, él no contestó y no le marqué más.

—Lo siento, bebé, no me imagino por lo que estás pasando ahora.

—Todo eso es mierda pero la relación con mi hermana y mi mamá parece ser más sólida, Sam es un ángel y tengo a los mejores amigos por lo que hay cosas buenas.

—Al final, ¿supiste algo más de tu medio hermano?

—Nup, nada más de lo que mamá dijo porque papá ni quiso tocar el tema —rodé los ojos recordando la telaraña de mentiras que quiso venderme.

El timbre sonó indicando que nuestro almuerzo había llegado y dio por terminada esa conversación.

La mamá de Audrey había salido así que tendríamos una pequeña tarde de chicas antes de ir al cine con Sam, Daniel y Amely.

El triángulo Audrey, Feith y Andy ya no causaba problemas —entre ellos ya se dirigían más de dos oraciones cuando se veían— por lo que fueron invitados a venir con nosotros pero dijeron que tenían una cita, que Feith no quería pero Andy pudo convencerla.

A eso de las cinco de la tarde el timbre volvió a sonar pero, esta vez, era Sam.

—No puedo creer que estén listas a tiempo —se burló antes de darnos un beso en la mejilla a ambas—, ¿a qué se debe el milagro?

—Finge menos sorpresa, Sammy —pidió Audrey medio ofendida.

La verdad es que nuestros vestuarios no requiriendo mucho esfuerzo. Audrey tenía un vestido amarillo floreado y zapatos planos mientras que yo unos shorts de mezclilla y una camiseta blanca básica con zapatillas, ambas llevábamos el cabello recogido por el calor que comenzaba a hacer.

Solo deja que te toque © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora