CLARIDAD
Boston, Massachusetts, 201315 de febrero
Ni siquiera el café más potente podría quitarme el sueño que cargaba. Había sido una madrugada y mañana muy agotadoras. Mi día empezó un poco antes de medianoche cuando Kiera creyó haber entrado en labor de parto, manejé como loco desde la casa de Vanessa hasta el hospital pero cuando los doctores hablaron con nosotros dijeron que solo tenía indigestión, a la pequeña Zoé le quedaban algunas semanas más dentro de su, terriblemente exagerada, madre.
Dormí solo tres horas antes de ir a la escuela creyendo que sería un día tranquilo ya que tenía tres periodos libres pero el profesor de ética decidió adelantar los exámenes de medio semestre. Y, como mi día no había sido suficientemente desgastante, me ordenaron ir al edificio de ciencias a la hora del almuerzo para hablar del tradicional viaje que Lincoln daba a sus alumnos de penúltimo año.
La parte medianamente buena era que ciencias, artes, letras y sociales —Andy estaría conmigo— se iban en un grupo mientras que los salones del edificio central eran otro.
—Tengo diez minutos para ver a Audrey antes que la reunión comience —gritó Ander feliz desapareciendo por el pasillo con su teléfono en mano.
Busqué una máquina de bebidas y compré dos energizantes, me quedaba la boba reunión y una clase de literatura inglesa antes de enseñarle química a Hope.
Hope...
Una sonrisa pequeña creció en mí cuando vi su largo cabello negro al otro extremo del corredor, peleaba con su casillero por abrirlo.
—No me creerás pero estaba pensando en ti —murmuré en su oído parándome detrás suyo.
—¡Joder! —exclamó nerviosa tirando las lapiceras que tenía en la mano, cayeron dentro de su casillero— Me has asustado, Sam, eso no se hace —me regañó dando media vuelta y mirándome acusadora.
Di un paso hacia atrás.
—Lo siento, es solo que te vi y pensé en saludar.
—Las personas normales saludan y no le causan un infarto a los demás. En fin, estás perdonado si compartes tu bebida, justo estaba por ir a almorzar pero no encuentro a Audrey.
—Supongo que ya está con Andy, tenemos un rato antes de la reunión por la que hemos venido aquí —le di la botella que aún no había abierto.
—Uno de los profesores explico algo del viaje de penúltimo año, ¿a dónde irán?
—Han pensado en Miami o en ir a esquiar, a mí me da igual pero el último verano Andy trabajo muy duro para poder pagarlo y yo prometí ir.
Tenía buena relación con los chicos de mi salón en letras, conocía a algunos en las otras clases y no me desagradaban pero no moría por pasar una semana con ellos.
—Suena divertido, ¿cuándo se irán?
—En algunas semanas aún.
—A mi todavía me falta un año pero no creerás la ilusión que da, ir con todos tus amigos a divertirte por un par de días sin nada de clases —comenzó a divagar con ojos deseosos y brillantes, se veía muy alegre a cada palabra que decía.
Disfrutaba mucho de mirarla, de observar cada uno de los detalles de su bello rostro, desde sus ojos levemente achinados en los extremo a sus rosados y carnosos labios que me invitaban a besarlos a cada pequeño movimiento que daban.
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Solo deja que te toque © [EN PROCESO]
RomanceCuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa el tiempo que pase, ni las nuevas personas que lleguen porque, al final del camino, volverán a encontrarse y nunca más se dejarán ir. Así podemos hablar de la historia de Hope y Sam, bu...