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Capítulo 26 - Hope

¿QUÉ HAGO YO?
Boston, Massachusetts, 2013

26 de agosto

—Lo veré mañana, dijo que quiere darme algo —me encogí de hombros mientras le daba un sorbo a mi bebida. 

—¿Cuándo debe verse con tu mamá?

—El viernes, yo hablaré con ella hoy, antes de eso así que...

—También deberías hacerlo con Feith —sugirió Audrey—, has ignorado a la pobre casi toda la semana, al menos miéntele, pero no la trates de esta manera, piensa en como te sentirías tú, además, ya ni siquiera tiene a Andy para hablar. 

Rodé los ojos, sabiendo que Audrey tenía razón. 

—Solo se me hace difícil no decirle la verdad, yo la pedí tanto y ahora, el no dársela, me hace sentir mal e hipócrita. 

—Al menos sé su hermana mayor y escucha su mal de amores, estoy segura de que eso la hará sentir mejor —me dedicó una sonrisa y un apretón en el brazo. 

—Espero que mamá llegue tarde, me daría tiempo de hablar con Feith. 

—Te sugiero que hables con tu madre en otro lugar, al menos si no le dirán a tu hermana aún.

—Le pediré a Sam que entretenga a Feith un rato, ayúdalo, ¿sí? 

Puse un puchero gracioso, Audrey negó riendo. 

—Claro, Hope, estoy segura de que tu hermana muere por estar conmigo. Feith me odia. 

—No lo hace —aseguré. 

—Ajá. 

Ambas reímos. Bajamos la escalinata del patio para llegar al estacionamiento —donde Sam nos esperaba— con lentitud  y un grupo de tres chicas pasaron corriendo por nuestro lado, casi nos hicieron caer al suelo. 

—¡Tengan más cuidado! —demandó Audrey acomodando su falda. 

—Lo siento —dijo una de ellas, sin detenerse, antes de girar hacia el lado este del estacionamiento. 

No le dimos más importancia al continuar con nuestro camino hasta el auto de Sam, solo que él no estaba allí. 

Fruncí el ceño, ya debía de haber salido de su clase. Lo normal era que nosotras nos demoráramos en salir mientras él fingía molestarse. 

—¿Vamos a buscarlo o esperamos? —preguntó Audrey. 

—Le escribiré, pero hay que quedarnos aquí. 

Nos recostamos en la camioneta y ambas sacamos nuestros teléfonos. Tenía un mensaje de Sam avisando que había salido antes de clase e iría a su auto para esperar. 

Intenté abrir la puerta del piloto y esta lo hizo con facilidad porque no tenía el seguro puesto, revisé el contacto, donde la llave estaba colocada tal como pensé. 

—Esto es raro, Sam nunca deja las llaves puestas —dije en voz alta, Audrey seguía concentrada en su teléfono, tecleando con desespero. 

—No es raro considerando que la mitad de la escuela lo está viendo pelear, a él y a Hiro, con James en el patio trasero. 

—¿James está aquí? —asintió tratando de conservar una expresión neutras, pero el escalofrío que recorrió su cuerpo la delató— Quédate aquí, iré por ellos.

—Voy contigo.

—No, mejor ve a buscar a algún profesor. 

Audrey me dio una mirada dudosa, sin embargo, tiró su bolso dentro del auto y se perdió dentro del edificio.  Corrí en dirección contraria, fue fácil encontrar la pelea pues un grupo de chicos los rodeaban aunque no eran tantas personas.