EXTRAÑOS
Múnich, Baviera, Alemania
16 de agosto, 2025Tomé la mano de Ashton en la mía ante su insistencia de quedarme con él. No era extraña su actitud engreída cada vez que estaba en el hospital, él en verdad lo odiaba.
—Comenzaré a revisar tus ojos, amigo, así que trata de no parpadear por la luz, debo ver bien —indicó Sam con un tono del todo informal.
Diego y Hiro habían ido por comida, este último dudó antes de irse, pero ocultó muy bien su preocupación con su tan usual sonrisa burlona.
Doce horas atrás estábamos en mi auto hablando de las dolorosas verdades que ocultábamos de Sam por su bien, era lógico que Hiro creyera que no estaba lista para estar a solas con Sam.
No lo estaba. Sin embargo, verlo sonreír, la naturalidad con la que hablaba con Ashton y reír por las muecas que esté hacía. Daba la impresión de que el tiempo se había detenido, que los días... Que los años no habían pasado. El tiempo en que íbamos al hospital para ver a Chase —cuando jugábamos tardes enteras y metíamos comida a escondidas de las enfermeras— no parecían muy lejanos.
Sam tampoco parecía tan lejano.
—Por lo que veo estás muy bien, Ashton —dijo Sam guardando sus instrumentos en su maletín—. Hablaré con Miha para que te den unas vitaminas adicionales y nos vemos en unos días, campeón.
—Genial, Sam.
—Doctor Hale, Ash —le corregí.
—Sam está bien para mí —aseguró él.
—Si, nani, además, Sam es parte del club de los rubios. Hiro dice que de niño era rubio así que está adentro —sonrió Ashton.
No pude evitar soltar una risa.
Ashton siempre tenía ese efecto en mí. Confort y seguridad.
—Me teñiré el cabello de rubio para que me dejen entrar —bromeé.
—Ya debo irme, nos vemos luego, Ashton —se despidieron con un choque de puños. Sam se giró hacia mí—. Hope, quisiera que hablemos un segundo.
—Eh...
Su mirada se desvió un segundo a Ashton. Lo entendí.
—Claro. Ahora vuelvo, Ash, puedes jugar con tu tableta hasta que venga Diego.
—Está bien, nani.
Seguí a Sam fuera de la habitación hasta una sala de radiografías.
—¿Le pasa algo malo a Ashton?
—Le pediré a Miha la receta de medicamentos que le dieron a Ashton y no tendré certeza de nada hasta realizarle más pruebas. ¿Lo has notado decaído o menos enérgico de lo normal?
—Creo que no, solo había estado teniendo más sueño. Su apetito ha sido el de siempre.
—Está bien, no nos adelantaremos a nada, recomiendo hacer análisis completos para descartar cualquier cosa, lo hablaré con la neuróloga pediatra que elijan.
—T-tú—carraspeé para aclarar mi voz—, ¿tú no puedes ser el doctor de Ashton?
—No es por ti —dijo de inmediato—. Tengo muchos pacientes ahora mismo, mi investigación y con el proyecto de Travis tengo mi calendario saturado, además, soy cirujano y Ashton no me necesita. Tenemos buenos doctores, H, así que él quedará en buenas manos.
—Lo entiendo, lamento que Amanda te haya traído, entiendo que tu turno había acabado. De todas formas, gracias.
Le sonreí y di media vuelta para volver con Ashton.
—Estaré al pendiente de él, si eso te hace sentir mejor —añadió.
—Todo lo que me importa es que se recupere.
—¿Lo quieres mucho? —preguntó.
Aún le daba la espalda, ninguno tomó la decisión de moverse, cómo si hablar sin mirarnos hiciese que todo fuese más fácil.
—Ashton es mi vida entera —murmuré.
Sam dio un paso al frente, lo sentí en cuanto apoyó su cabeza en mi hombro.
Las ganas de llorar me inundaron, pero no lo hice.
¿Qué intentaba decirme el destino? ¿Qué significa este gesto de Sam?
—Nunca imaginé que tú y yo podríamos estar uno frente al otro, y que se sintiera como si se tratase de dos desconocidos... —detuvo sus palabras por un segundo, como si necesitara pensar exactamente que detonaría lo que estaba por decir—. Han pasado doce años desde la última vez que estuvimos juntos y aun así siento que fue tan solo unos días en que compartíamos risas mientras veíamos películas.
»¿Me olvidaste, Hope? ¿Soltaste nuestros recuerdos? ¿Tan insignificante fuimos que solo merecíamos una carta para decirnos adiós? —preguntó notoriamente dolido.
—Aunque hubiese querido olvidarte, Sam, no lo hubiera logrado y como nunca quise hacerlo, pensé en ti cada día —admití.
La mano de Sam viajó hasta mi cadera, con un leve empujón me hizo girar, envolviéndome en sus brazos. Oculte mi rostro en su pecho, no era tan valiente como para mirarlo a los ojos.
Quería decirle cuánto lo amaba, la parte más egoísta de mí me impulsaba a no callar todos los sentimientos que conservé por años.
Siempre había sido y será Sam.
Pero sabía bien que, aunque el destino se pusiera de nuestra parte, no existiría un nosotros... no mientras los secretos cubrieran el tiempo que pasamos separamos.
—Yo no pude hacerlo —murmuró cerca de mi oído—. Olvidarte era más doloroso que el haberte perdido —su voz temblaba un poco más en cada palabra—, pero no era justo para mí recordarte todos los días. Te guardé y a todo lo que sentí por ti en un baúl, que permaneció cerrado por doce años... solo tuve que verte dos minutos para que explotara. Para que destruyera todo lo que he hecho con mi vida.
Esas últimas palabras dolieron, porque sabía que eran tan reales...
No quería soltarlo, no quería apartarme de Sam, pero lo hice.
—Nunca quise hacerte daño, Sam, jamás...
—Ese día te escogiste a ti y me siento muy orgulloso por eso —sonrió con tristeza. Tomó mi mentón en sus dedos, permitiendo que mi mirada cayera en sus ojos llorosos—, pero yo merecía más que una carta y una llamada de despedida que no pude contestar.
Dejó un beso en mi frente antes de dar un paso hasta la puerta.
Lo detuve cuando su mano amenazaba con girar el picaporte.
—¿Eres feliz? —pregunté, temerosa.
Esa respuesta definiría todo de aquí en adelante. Todo el daño, no importaba a quien... Nada más necesitaba saber si Sam...
—Solo porque aprendí a vivir sin ti no quiere decir que alguna vez haya querido hacerlo.
Sam irguió su espalda y cruzó la puerta.
|=|
No tengo tanto que decir solo que la última frase de Sam es mi favorita ever, luego la de: el destino es más cruel escritor que es icono en la historia
![](https://img.wattpad.com/cover/207693878-288-k792464.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Solo deja que te toque © [EN PROCESO]
RomanceCuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa el tiempo que pase, ni las nuevas personas que lleguen porque, al final del camino, volverán a encontrarse y nunca más se dejarán ir. Así podemos hablar de la historia de Hope y Sam, bu...