Si ven errores lo siento, tengo sueño*
MAS SECRETOS
Boston, Massachusetts, 201312 de Enero
La feria de invierno era muy emblemática en Brook Farm, casi todo el pueblo asistía a los juegos, a la presentación de las niñas del ballet de la señora Patricia y el infaltable buffet del alcalde Taylor.
—Hola, Hope, no pensé que vendrías —dijo Nora en cuanto me vió.
Estaba vestida como granjera, parecía que atendía alguno de los puestos de la feria.
—Si, Maya y Cristian me lo pidieron.
—Vi a Feith por el buffet pero no a ti, no estaba segura...
—Buscaré a Cristian —sonreí falsamente alejándome de ella.
Desde que me había ido del pueblo y de la escuela alguna cosas habían cambiado. Nora se apropió del diario escolar, la edición del anuario y el club de teatro, para resumirlo, se quedó con todo lo que yo solía hacer en la escuela aunque nunca antes había mostrado estar interesada en ello.
Revisé mi reloj, ya había pasado hora y media.
Compré un soda para Sam antes de caminar hasta el estacionamiento, la camioneta se había movido unos lugares pero aún así fue fácil encontrarla.
Sam estaba apoyado en la puerta del piloto fumando un cigarrillo, en esa pose se asemejaba demasiado a los típicos chicos malos de las películas de los ochenta solo que en lugar de la ropa de cuero tenía una polera ancha y jeans negros, como un chico malo del siglo veintiuno.
—Pensé que no ibas a bajar del carro por nada —me acerqué a él—. No sabía que fumabas.
En cuánto me vió, tiró el cigarrillo al suelo y lo apagó con una pisoteada, me dió una sonrisa pequeña pero suficiente para que sus hoyuelos se marquen.
—Solo cuando estoy estresado y con todo lo de Kiera ahora estoy un poco ansioso —dijo como disculpándose.
—Yo fumé una vez —le conté—, me atoré y vomité la cena.
Fue una mala experiencia, pero solo lo hice porque fue un reto aunque sirvió para saber que no era algo que me gustara.
—La primera vez no es la mejor pero aprendes —rió.
Me alcé en puntas lo suficiente para captar su nuevo olor, el humo había reemplazado el dulce aroma que solía tener.
¿Le pareció raro que lo oliera?
Dios, que rara era de verdad.
—Tu bufanda huele a vainilla y es un olor muy agradable pero ahora hueles a cigarro de mora y prefiero quedarme con este olor.
—No huelo a vainilla —ennarcó una ceja—, ni siquiera me puse locion hoy —añadió.
—Es a lo que más se asemeja tu aroma entonces —defendí.
En verdad era un olor agradable.
Estaba por decir algo pero mi teléfono vibró por un mensaje, me disculpé y lo revisé.
Cristian: Estoy cerca al buffet, ¿Dónde estás?
Hope: Te he buscado por casi dos horas a ti y a Maya, estoy en el estacionamiento.
Cristian: Ven para que pasamos el resto de la feria juntos, quiero verte.
Hope: Allí voy.
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Solo deja que te toque © [EN PROCESO]
RomanceCuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa el tiempo que pase, ni las nuevas personas que lleguen porque, al final del camino, volverán a encontrarse y nunca más se dejarán ir. Así podemos hablar de la historia de Hope y Sam, bu...