Capítulo 25 - Sam

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SOÑAR
Boston, Massachusetts, 2013

21 de agosto

—Es una promesa. 

Acaricié el dorso de su mano con mi pulgar logrando que pusiera una pequeña sonrisa. 

Audrey volvió con nuevos helados para los tres, estaba muy enfocada en eso de distraer a Hope pues comenzó a contarnos como se rompió el brazo de niña. Charlamos tranquilos casi una hora, pero el celular de Hope no dejaba de sonar con llamadas de su padre. 

—¿Quieres que te llevemos a casa de tu padre? —ofrecí— Podemos esperarte y vuelves a la ciudad con nosotros. 

—No, no quiero verlo ahorita. Le mandaré un mensaje avisando que volveré a casa. 

Dejé que Audrey condujera de camino a casa, más que nada porque prefería ir con Hope en el asiento trasero oyendo toda la historia, que ella me dejara abrazarla era un extra. 

—¿Crees que deba contarle a Feith? —preguntó en un murmullo al terminar. 

Dejé un beso en su cabeza, lo que la invito a apegarse más a mí. 

—Por ahora solo intenta ordenar tus ideas y descansa, ¿sí?

—Está bien... No quiero ir a mi casa...

—Puedes quedarte conmigo —ofreció Audrey—, será una noche de chicas. 

—Solo quiero un poco de normalidad —suspiró Hope escondiendo su cabeza en mi cuello. 

En un día normal, ella y yo estaríamos haciendo tareas en mi habitación antes de ver una película mientras comíamos algo nada saludable. 

—Vamos a mi casa, Daniel está cuidando a Zoe y podemos ver una película y ordenar comida.

—¡Yo escojo la película! —chilló Audrey. 

—No, lo normal es que Hope me diga que puedo escoger la película —bajé mi mirada hacia ella, que también me observaba curiosa—, pero terminar viendo el club de la pelea por centésima vez. 

—Es mi película favorita. 

—Lo sé, por eso me dejaba convencer. 

|=|

22 de agosto

La noche anterior, Hope y Audrey se quedaron conmigo y Daniel viendo películas hasta pasada la medianoche; la mamá de Hope se enojó con ella cuando no fue a despedirla y solo le avisó que dormiría en casa de Audrey con un mensaje, pero a Hope no pudo importarle menos, dejó a un lado su teléfono para devolver toda su concentración a la película. 

Había pasado el resto de la noche pensando, en Hope y en mí, en nosotros. Ella tenía muchas cosas en las que pensar con respecto a sus padres y decidir como actuar por Feith. 

Yo no quería ser una cosa más por la que debía angustiarse.

Se supone que era su mejor amigo, yo debí apoyarla desde que descubrió todo, debí escucharla cuando necesitaba desahogarse.

Solo deja que te toque © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora