Capítulo 23 - Hope

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REGRESO
Boston, Massachusetts, 2013

8 de Agosto

Pasar siete horas sentada en un avión y otras dos en la sala de espera porque el vuelo estaba atrasado significaba un claro dolor de espalda.

Uno muy fuerte.

Bajé del taxi para recibir mis maletas, pagué y agradecí por la ayuda al amable señor.

Antes de entrar debía hablarle a Audrey, avisando de mi llegada pues ella y Andy fueron al aeropuerto por mí como sorpresa pero yo aún estaba sobrevolando el océano Atlántico.

Hope: Oficialmente, volví. Te veo en mi departamento en diez.

Escribí rápidamente, podía llamar a mamá luego, de preferencia cuando mis brazos no lucharan por no dejar caer mi bolso, billetera y teléfono.

Giré en dirección a la rampa del edificio —ni en un millón de años podría subir las tres maletas por la escalinata—, solo un poco alejada de la entrada principal pero me distraje cuando otro auto apareció y un chico bajó de él.

Era Sam.

Bajó del auto pero no se alejó, extendió su mano al interior del vehículo esperando que alguien más bajara y así fue, Lise —la chica que conocí en el elevador—, tomó su mano.

Ella llevaba la cazadora de Sam sobrepuesta en un gesto íntimo que se afianzó cuando él paso su brazo por encima de los hombros de ella guiándola dentro del edificio sin deshacer el contacto.

Me quedé inmóvil por lo que calculo fueron un dos o tres minutos, tiempo suficiente para que el ascensor estuviera disponible.

Yo no... yo no tenía derecho a sentir nada.

No después de nuestra conversación, pelea en realidad, del aeropuerto antes de irme.

—¡Hope! Es bueno verla —saludó José en cuanto me vió. Corriendo a ayudarme con las maletas.

—Gracias, me alegra estar de vuelta —me obligué a sonreír.

Alguien más esperaba el ascensor pero no era Sam o alguien a quien conociera, para mi buena suerte, por lo que saludé con un pequeña inclinación de cabeza sin más atención.

En cuanto las puertas se abrieron en mi piso Audrey se lanzó sobre mí, formando un abrazo.

Dios, había extrañado tanto Boston, soñaba con volver a lo que había dejado pero eso parecía no existir más. Algunas cosas lucían tan iguales y otras parecían haber cambiado drásticamente.

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9 de Agosto

Tú puedes, no tengas miedo, no puede estar enojado, ¿o sí?

Mierda, no lo iba a averiguar hasta que hablara con él y, definitivamente, no quería que el silencio entre nosotros creciera más.

Toqué el timbre del apartamento de Sam sacando valentía de no se dónde.

—¡Hope! —saludó Claire alegremente.

Solo deja que te toque © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora