Capítulo 17 - Sam

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TODOS COMETENE ERRORES
Boston, Massachusetts

29 de Marzo

—Descansa, Sam, hablamos mañana —se despidió Hope antes de cortar nuestra llamada telefónica.

Puse a cargar mi celular antes de concentrarme en el estúpido que veía tirado en la cama de al lado y trataba de acabarse una botella de vodka él solo.

—¿Intentas entrar a un coma etílico por Audrey? —pregunté con burla— Digo, llevas semanas siendo un niño quejumbroso pero pensé que ya habías disminuido la intensidad.

—No me hables si tienes una sonrisa por terminar de hablar con tu novia —rodó los ojos dándole otro sorbo aunque no me engañaba, Andy no toleraba más de dos cervezas así que en tres sorbos más estaría devolviendo todo en retrete.

»Por si te interesa no es por Audrey porque estoy confundido, es Feith...

—¿Qué hay con Feith?

—La besé, más de una vez —admitió.

Estaba muy seguro de haber oído bien pero quise cerciorarme. Le quité la botella de las manos dejándola fuera de su alcance.

—¿Besaste a Feith? —asintió desganado— ¿Feith O'Connor? ¿La hermana de Hope? ¿Tu mejor amiga y hermana de mi novia?

—Joder, Sam, que sí. Nos besamos el día antes de viajar y fue... grandioso.

¿Quería golpearlo? Sí, de algún modo Feith era como una hermana pequeña pero sabía que ella estuvo interesada en Andy al principio y él también solo que Feith fue drástica en matar el sentimiento cuando le asustó.

Y, por supuesto, estaba el hecho de que no creía que Andy hubiera superado a Audrey, no del todo.

—Si le rompes el corazón no estaré de tu lado lo siento —me crucé de brazos.

—Si algún corazón terminar roto será el mío —suspiró— ¿tú temes que Hope te rompa el corazón?

Medité un segundo la respuesta.

—No, si Hope me rompe el corazón no será culpa de ella pues seré yo quien se lo ha permitido.

—Cuando volvamos hablaré con Feith —prometió.

—Junta valor —reí—, solo faltan cuatro días.


31 de Marzo

Sé que la mayoría del tiempo actuaba como la voz de la razón para Andy, tratando de evitar que hiciera estupideces.

No, no la mayoría del tiempo, siempre lo hacía.

Pero hasta a mí se me escapaba de las manos cuando se ponía en modo capullo y solo se escuchaba a sí mismo.

—Lo lamento en verdad, solo estaba jugando —se disculpó Cynthia.

—No es tu culpa.

—Puedo borrarlo —insistió.

—Ya no tiene caso, ya lo vió la persona que no lo debía ver.

Cynthia me dio una sonrisa apenada antes de volver con sus amigas.

Por alguna razón Andy creyó que era buena idea jugar beer pong contra Brenda y, creo haber mencionado que el alcohol no le sienta nada bien, terminaron besándose a la orilla de la piscina. Añadiendo la mala suerte que al parecer él tenía, una de nuestras compañeras de clase los grabó y subió a redes.

Solo deja que te toque © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora