NO LO HAGAS
Boston, Massachusetts, 201330 de Mayo
—Hola, Sam —saludó Vanessa con una sonrisa típica, tomó asiento frente a mí dejando sus libros sobre la mesa.
La miré un poco extrañado porque ella no era la chica a la que esperaba en la biblioteca del edificio de ciencias y, en nuestra última conversación, creí hacer sido muy claro.
—Hola, supongo —dije sin darle importancia y volviendo la vista a mi cuaderno donde avanzaba mis tareas hasta que Hope saliera de clases.
—¿Qué haces aquí? Es que te ví y me sorprendí pero supuse que te vendría bien compañía.
—Espero a mi novia.
—Tu novia... —repitió en un bufido, no alcé la vista pero podía jurar que rodó los ojos— Es una dulzura ella, cuando no está buscando herirme con sus palabras. ¿lo sabías, Sam? ¿sabías que Hope y Audrey no me dejan en paz?
Conocía a ambas chica y sabía que Audrey era muy creativa con los insultos cuando se lo proponía pero también estaba seguro que Hope no dejaría que haga nada así a menos que sea para defenderse. Quien si conocía de insultos disfrazados en voz dulce era Vanessa, un par de veces había sido testigo de ello porque hasta lo hacía con Brenda y sus amigas.
—No lo sabía, Vanessa, no creo que sea cierto en cualquier caso pero de serlo estoy seguro que ellas no iniciaron. Las conozco y te conozco a ti, no intentes mentirme.
Se levantó y creí que se iría, eso fue muy tonto de mi parte, solo se apoyó en posabrazo de mi silla invadiendo mi espacio personal por completo.
—Si me conoces sabes que estoy sintiendo ahora Sam —susurró.
La empujé tratando de no hacerle daño y está vez yo me paré.
—Detente, Vanessa —pedí guardando mi cuaderno en mi morral.
No esperé a que me contestará solo comencé a caminar hacia los libreros para alejarme, pero ella me siguió. Se me adelantó un poco y se detuvo quedando frente a frente.
—Sam tu decías quererme y me esfuerzo en creer que no mentías —su mano libre la pasó por mi cabello—. Nos equivocamos y tal vez no terminamos de la manera correcta pero me he dado cuenta que tenía muchos sentimientos por ti y me asusté cuando parecían hacerse más reales.
—¿Nos equivocamos? —cuestioné un poco divertido—. Yo recuerdo haber hecho un gran esfuerzo en ser buen novio, tal vez no fui el mejor, pero siempre te traté bien...
—No es cierto —reclamó como si mis palabras fueran mentiras—, nunca te abriste conmigo, tus sentimientos eran que pocas veces supiste expresar. ¡Tú pudiste haber sido un buen novio pero no me dejaste ser buena a mí! Ahora lo entiendo, ¿sí?, quizás no me esforcé mucho, Sam, pero ahora es diferente, ambos somos diferentes y sé que te mereces más. Lo haremos funcionar.
Di un paso hacia atrás.
—Te contradices, Vanessa, pero en verdad no tengo ganas de explicarte eso. Cuando éramos novios me gustabas en verdad, al menos me gustaba la persona que eras cuando estábamos juntos —fui sincero.
Basta de tratar a Vanessa con tacto, estaba más que claro que eso no funcionaba y menos tener un relación de amistad únicamente.
»Sé que solo me veías como un rostro bonito —repetí las palabras que Daniel había usado en su momento, él era el mayor anti-fan de Vanessa—, sé que por eso te acercaste a mí y lo supe siempre solo que estaba bien con eso porque de alguna manera te interesé luego, de lo contrario no tendría una explicación de cómo me toleraste, no soy una persona tan fácil. Los meses que estuvimos juntos no fueron malos, me divertía estando contigo y en verdad eres hermosa por fuera y la Vanessa que eras estándo conmigo era maravillosa pero, en un punto, esa parte de se fue extinguiendo. Cuando terminaste conmigo supe que no era el fin del mundo porque, aunque sentí cosas fuertes por ti, no me enamoré.
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Solo deja que te toque © [EN PROCESO]
RomanceCuando dos personas están destinadas a estar juntas no importa el tiempo que pase, ni las nuevas personas que lleguen porque, al final del camino, volverán a encontrarse y nunca más se dejarán ir. Así podemos hablar de la historia de Hope y Sam, bu...