Capitulo 11 - Sam

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SENTIDO
Boston, Massachusetts, 2013

26 de Enero

A regañadientes, Kiera aceptó la ayuda de Daniel para bajar de la camioneta.

Volvíamos de su cita con el médico, a la que tuvimos que obligarla que nos dejara ir con ella y escuchar sus quejas todo el camino.

—No puedo creer que mi sobrino nacerá en unos meses —dijo Daniel en gritito.

—Que no es tu sobrino, idiota —rodó los ojos Kiera mientras lo golpeaba en el hombro.

—Tengo diecinueve, Kiera, ese niño me va a ver como un ejemplo y deberá llamarme tío Daniel —se encogió de hombros—, hasta aceptaría que me dijera papá si eso hace que no llame así a Garret —añadió.

Kiera solo rodó los ojos de nuevo antes de empujarlo hasta que se tiró en el sofá.

—No hables de Garret —ordenó.

—No te olvides de tomar tus vitaminas a la hora —le recordé. Me incliné y le di un beso en la mejilla a modo de adiós.

—¿A dónde vas tan apuradito, Sammy?

—Dejé de explicar a donde iba hace dos años —me despedí.

Cerré la puerta antes que siguiera con la preguntadera.

Mi confiable frío bostoniano me saludó a penas pisé la calle por lo que acomodé la capucha de mi chamarra y los audífonos, la caminata hasta la cafetería donde Hope quiso que nos viéramos era un poco larga pero no quería usar el auto.

Desde la semana pasada Hope me había huido, no la había visto o hablado con ella ni una vez en todos esos días hasta que ayer me mandó un mensaje casi de madrugada pidiendo que la vea después del almuerzo en una cafetería cerca del edificio de ciencias. Cuando le pregunté qué pasaba ya no respondió más que me esperaba allí.

El lugar era pequeño, no habían muchos clientes y tenía un aire algo sombrío así que me senté en una mesa cerca de la ventana para beber mi café mientras esperaba a Hope.

Feith: No lo olvides, el objetivo es que a finales de hoy seas mi cuñado. Ánimos!

Sammy: Veo a Hope caminar por la calle, te contaré luego.

Feith: Suerte, campeón, ve con todo.

Sammy: Estás loca.

Guardé el celular justo cuando Hope se acercaba a mí.

—Hola —saludé levantándome para darle un beso en la mejilla.

Ella lo aceptó pero no dijo nada, luego me esquivó la mirada y se sentó. La observaba muy rara, era claro que quería decir algo pues abría levemente sus rojos labios y los cerraba de inmediato.

—Me asustas, Hope, dime porque pediste que viniera aquí.

—Ese es tu tono de voz con los demás —murmuró confundiéndome.

—No entiendo...

—Usas ese tono con todos, te lo he escuchado con tu hermana, con Andy, con Feith, pero no conmigo —suspiró—. No tenía sentido hasta que me dijiste como te sentías conmigo.

Su nerviosismo se notaba, jugaba con sus dedos y no dejaba de golpear la silla con su pie.

—Hope, no te estoy entendiendo nada de lo que dices.

Solo deja que te toque © [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora