Instagram 《SasuSaku》

《135》

Boda Sasusaku 4/4

"La luna de miel"

Sus pasos retumbaban haciendo eco por el pasillo. Sakura no quería soltar la mano de Sasuke mientras corrían rápidamente a la salida, debían darse prisa si querían salir de aquel salón sin ser percibidos por las cámaras de sus amigos, lo cual era difícil porque algún soplón de entre sus invitados no fallaría en avisar al resto.

"El evento más esperado del siglo", como la mayoría le llamaban exageradamente en sus redes sociales.

—,¡Al fin! —dijo Haruno mientras que el azabache le abría la puerta del auto— Ha acabado.

—¿De qué hablas? Aún estamos en medio de la fiesta. —refutó el Uchiha aún confundido por la repentina escapada.

El chofer del vehículo arrancó y detrás de ellos todos los flashes de los celulares de sus amigos al darse cuenta de lo que estaban haciendo sus recién casados amigos.

—No lo he olvidado. Pero decidí saltarnos esa aburrida fiesta para poder ir directo a la luna de miel.

—¡Ja! Sabía que en el fondo eras una pervertida.

—Blah, es que eres mala influencia. —comentó con burla.

Y aunque Sasuke comenzaba a inquietarse al pensar que sus padres, hermano, amigos y compañeros no les verían bailar un vals romántico, ni darían el brindis y tampoco vería a su nueva familia Haruno, ni bailaría con su esposa, prefería mil veces el plan de Sakura.

Todo estaba maravilloso.

—Sabes que nos matarán cuando regresemos, ¿verdad? —hizo una pausa y sonrió— Creo que al final si te he contagiado un poco con mi forma de ser. 

—¿Ya es muy tarde para arrepentirse? —y al ver la expresión de indignación del Uchiha rio— ¡Broma!

Sasuke tomó la mano de Sakura y la acarició.

—¿No te parece hermoso? —susurró el azabache—Nuestras manos juntas, vistiendo un anillo que nos une por el resto de nuestras vidas. —besó el dorso de su mano— El mejor regalo de la vida.

Los ojos de la chica se encontraron con los de su ahora esposo y se acercó a él para besar sus labios.

—¿Le avisaste a alguien que nos iríamos? —preguntó el chico al separarse.

—Tranquilo, amor. Le avisé a Itachi desde anoche. —se acercó a su oído— Así que podemos difrutar sin culpas y te perteneceré toda la noche.

Un intercambio de sonrisas y un apretón de manos. La cabeza de Sakura se posó sobre el hombro del Uchiha por el resto del camino.

Un poco más tarde el chofer les avisó en cuanto llegaron a su destino. No irían a ninguna otra parte fuera del país gracias a sus actividades escolares, pero podrían tomarse unos días libres.

Al bajar del auto se tomaron de las manos, y con las que tenían libres cargaron su equipaje, solo un par de maletas. Observaban detenidamente los camastros frente a la alberca con agua cristalina, los pequeños bambúes que crecían en el pasto alrededor, la fresca brisa del aire que anunciaba más del medio día y la puesta del Sol que les iluminaba.

Entraron a la pequeña pero cómoda casa de verano. Sasuke recordó cuando hicieron la reservación del lugar y lo tristes que se sintieron al tener que disfrutarla solo unos cuantos días y no por más tiempo.

Subieron a la habitación y dejaron las maletas junto a la cama. El chico comenzó a desabotonar su camisa, Sakura desabrochó su vestido, aventaron sus corbatines y adornos de cabello, se despojaron de sus zapatos y se despeinaron. El primero en caer sobre las blancas sábanas de la cama fue Sasuke, estirándose y relajando sus músculos; la pelirrosa le observaba con ternura y gracia recargada sobre el marco de la puerta.