Instagram 《SasuSaku》

《22》

-Cálmate, no es para tanto, además, ¿Cómo querías que te contara sí tu nunca mencionaste lo tuyo con Sai? -notó la reacción de Ino- Hmm, creo que aún no entiendes que no tengo ni una pisca de tonto.

Un "Uhhh" salió de los labios de los chicos del salón. Ino se sonrojó mientras que el castaño sonreía con gusto y cierto cinismo. Shikamaru y Temari chocaron sus puños satisfechos por desviar la atención de ellos.

-Muy bien, ¿quién es Sai? -el castaño alzó la mano- Bien, tú y, ¿Yamanaka? -la chica asintió- Ustedes dos cuéntenos su historia estilo "Grease".

El profesor pasó por detrás de su nuca sus manos totalmente dispuesto a escuchar. Ino y Sai se miraron con complicidad, ¿cómo explicarían que el desprecio que ambos se tenían había desaparecido por un simple beso?

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-Ugh, frentona. Eres una suertuda -susurró Ino desde el fondo de la florería que atendía al ver a la pelirosa caminar junto a Sasuke frente al inmueble.

Sus vacaciones habían sido planeadas desde antes de salir de curso, iría a las mejores playas de Japón juntoa  sus padres, pero todo se vio afectado cuando su abuela enfermó y debieron quedarse a ver por ella. Mientras sus padres se encargaban de la señora Ino manejaba la florería.

-¿Por haber conquistado al chico que quiere? -dijo una voz a un costado de los interiores de la tienda.-

-Sai... -susurró la rubia- ¿Qué haces aquí?

Desde que se besaron en casa de Neji no había podido dejar de pensar en él al grado de que la noticia del noviazgo de Sasuke y Sakura no le afectó como lo hizo con Karin.

-Pues lo que se hace en una florería: comprar flores -sonrió un poco falso según Ino.

-Tienes razón. ¿Qué le comprarás a tu novia? -dijo entrando en su papel de vendedora.

-¿Por qué todas las mujeres suponen que al comprar flores es para un ligue o novia? -preguntó con un tono sarcástico

Ino no supo qué responder, de cierta manera Sai la intimidaba: -Bueno, entonces... ¿para quién las compras?

El castaño se dio la vuelta y siguió mirando las flores, desde rosas hasta los tulipanes. Todas eran hermosas, pero al final cogió tres amarilis. Las últimas en el florero.

-¿Cuánto sería por estas tres? 

-Te las obsequio, ya llevan tiempo aquí y prefiero que las tengas a que mueran sin ser amadas -el castaño aceptó y le sonrió de lado- ¿Sabes el significado de esas flores? -negó- Significa belleza, pero también se las obsequias a alguien cuando quieres decirle que es algo más que una cara bonita -explicó- Son hermosas.

-Ya veo.

Ambos sonrieron, para Ino era difícil estar con el chico, ya que eran dos polos opuestos: a él debías pellizcarlo para sacarle palabras, pero a Ino debían pellizcarla para callarla.

-¡Hija, necesitamos que vengas! -gritó su padre desde el interior de la casa.

-¡Voy! -se giró con Sai- Nos vemos luego. Debo irme.

Con un ligero sonrojo en las mejillas se metió a la casa, dejando al castaño con las tres flores en mano.

Una vez que ayudó a sus padres regresó a la tienda, pero como era habitual de los lunes casi no había trabajo. En la mesa donde tenían la caja registradora y algunos arreglos florales encontró una amarilis y una nota.