《151》

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Dos golpes en la puerta. Nadie abría.

Los golpes aumentaban su fuerza, unas voces gritaban el nombre de la persona dentro del lugar, era consciente de ello, pero no abriría.

—Ay, no... ¿y si cometió una locura?

—¡Cállate! ¿Por qué piensas eso?

—Por favor, como si no conocieras a tu hermano. —hubo una pausa— Eso sería muy emo de su parte.

—No estás ayudando.

—No hay otra explicación.

—Tal vez fue a buscar a Sakura.

—Ah, cierto. No pensé en eso. —un suspiro— Lo siento, cuando me pongo nervioso digo idioteces.

—Si te creo. Bien, Sasuke, tiraré la puerta. ¡A un lado!

No le dio importancia. Esperó a que la puerta fuera forzada y que pasara lo que tuviera que pasar. Unos pasos se escucharon, probablemente estaban buscándolo en la cocina, sala y habitación, con desesperación, angustia, pero las habitaciones no son eternas y lo hallaron en su deprimente tina en una patética posición fetal.

—¿Sasuke? —fue lo primero que dijo Itachi al verlo en tal condición. 'Estar consternado' era poca descripción para lo que sentía el Uchiha.

Kakashi lo alcanzó y lo apartó para acercarse al azabache: —¡Mi emo está aquí, gracias al cielo! —sin pensarlo comenzó a besar su frente y fue cuando el menor reaccionó sin mucha energía.

—Solo para que lo sepas no me he bañado en tres días.

Hatake cambió su expresión a una de asco y limpió sus labios con la manga de su suéter: —Bueno, no todo puede ser perfecto.

Su hermano se hincó frente a él y le cuestionaba con la mirada, ambos tenían miedo de preguntar y responder, pero en el fondo sabían que era lo que necesitaban para poder ayudarse.

—¿Qué pasó con Sakura? —tenía un poco de información pero no lo suficiente como para poder sacar sus propias conclusiones.

—Se fue. —murmuró con la mirada clavada en la deriva del techo— Perdimos... —aclaró su garganta y corrigió- Perdió al bebé.

—¿Bebé? —ambos hablaron a la par.

—Nunca dijeron nada. —Itachi intentaba mantener la razón hasta el final para poder ayudar a su hermano.

—Si... se supone que sería sorpresa. —suspiró pero no apartó la mirada del techo— Ese día del accidente, ella lo perdió.

—Espera... pero nosotros fuimos al hospital y nadie mencionó nada de algún aborto. —replicó aturdido el mayor.

—Sakura le pidió al doctor discreción y así lo hizo. —explicó— No pensé necesario decirles hasta que ella se fue.

Lo hacía sentirse tan mal y vulnerable confesar todo en su estado: solo y deprimido. Lo que menos necesitaba era que comenzaran a recriminarle y regañarle sus decisiones.

—Sasuke... —tomó la palabra Hatake con una seriedad nunca antes vista, ni siquiera cuando era su profesor— Entiendo que respetaras la decisión de Sakura, pero no tenías que pasar por tu sufrimiento solo.

—Mi dolor no se compara con el de ella. —refutó— Creí que si la ponía en primer término, lograría que estuviera bien, pero ni eso pude hacer. Me dejó y no tengo idea de qué hacer al respecto.

¿Qué se decía en estos momentos? Decir "todo estará bien, no estés triste" era algo hueco e irrespetuoso. Itachi tomó la iniciativa de dar ánimos a su hermano.

—No dejaré que te vengas para abajo. ¡Bien! Sakura te dejó, ¿solo dejarás que pase y ya? Ese no es el espìritu de un Uchiha, ¡no es tu naturaleza! Así que báñate, ponte tu ropa más grnial y los tres iremos a buscar a Sakura.

—Te agradezco que intentes esto, pero... —el peliblanco lo interrumpió.

—Te sientes culpable. Lo sabemos, se nota. No necesitamos ser psiquicos para saber que lo que más te duele es sentirte responsable por la vida de su bebé y por el corazòn de Sakura, pero hay cosas en la vida de las que no tenemos el control en lo absoluto, simplemente son parte de nuestro ciclo y sirven para formarnos.

—¿Cómo algo tan horrible como esto sirve para formarnos?

Sasuke estuvo a punto de gritarle mil maldiciones a ambos por opinar, pero sabía que sus intenciones eran las mejores y no podía pagarles de esa forma.

—No lo sé, pero lo que si sé es que es una lección para ambos, no para uno solo o cada uno por su lado.

—No quiero que me odie más. —su voz se quebró y mantuvo en su lugar aquellas lágrimas que picaban sus ojos.

—No sabrás si te odia hasta que hables con ella y lo investigues. —Hatake le guiñó un ojo.

Itachi lo golpeó y repuso: —Lo que Kakashi quiere decir es que Sakura te ama mucho como para odiarte, pero alguno debe dar el primer paso y acercarse.

¿Existen las palabras mágicas? Ni idea, pero lo que ellos le dijeron le animaron a arreglarse e ir por Sakura. ¡No podía dejar que las cosas terminaran de esta manera!

—Tienen razón. —se levantó de la tina y sacudió su ropa— Iré a buscarla.

Dio un paso, pero ambos chicos colocaron sus manos contra él para detenerlo.

—Primero dùchate, hermanito.

—Si, no querrás que tu olor a sobaco la ahuyente. —complementó el peliblanco.

Consternado, alzó su brazo y con la pequeña brisa que llegó hasta su nariz fue suficiente para sentirse sofocado.

—Cierto. Salgan para que pueda bañarme.

Pero su intención se ve interrumpida cuando alguien toca a la puerta. Itachi mirò a Kakasho y viceversa.

—¿Esperabas a alguien?

—No.

Acomodó su cabello y caminó hasta la entrada donde se llevó la mas grande e inesperada sorpresa.

—Sakura...

Verla de pie, con sus manos metidas en los bolsillos de su abrigo y su cabello cayendo sobre sus hombros le aceleró el corazón.

—Hola. —emitió con suavidad— Creo que necesitamos hablar, Sasuke.

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Holaaaa! Ha pasado mucho tiempo y espero que voten mucho y comenten muuuucho más para que les suba el siguiente capítulo😎

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