《38》

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-No pienso responder esa pregunta -dijo Ino con seguridad.


Todos comenzaron a abuchearla y a arrojarle servilletas echas bolita. La rubia se mantenía firme en su palabra.

-¡Eso es injusto cerda! Tú fuiste quién quería jugar, ahora respondes -le dijo Sakura haciendo que todos la apoyaran.

-Ya Ino, responde la pregunta o lo haré yo -dijo Sai con una sonrisa falsa que sólo logró enfurecer más a la rubia

-Ugh, bien. Si, es cierto. Una vez erupté a mitad de un beso con Sai y había comido cebollas.

Todos soltaron una sonora carcajada y le daban su pésame al chico con cierto asco por el hecho de imaginar a sus respectivas novias torturándolos de esa manera.

-¡Ya, ya! Me toca girar la botella -gritó Ino con la poca dignidad que le quedaba.

El objetó giró varias veces sobre sí y se detuvo señalando a Naruto como el que mandaba y a Sasuke como el que obedecía.

-Teme... -fingió una risa malévola- ¿Verdad o reto?

El azabache, observado por los presentes, respondió un seco: -Reto.

El primer reto de la tarde. Resultaba fascinante para todos. Todos menos para Sakura.

-Iré al baño -dijo la ojijade y desapareció.

Después de que el rubio escuchara la puerta del baño cerrar su semblante cambió a uno perverso. Algo qur incomodaba a Sasuke.

-En ese caso... te reto a usar ropa -fingió redobles de tambor- de chica.

Sasuke soltó un suspiro de alivio total, después de todo ponerse una falda o un moño no resultaba tan humillante, pero el Uzumaki lo detuvo diciendo: -Pero ropa interior.

-¡Wuoooooh!- exclamó la mayoría, ver al Uchiha humillado de esa manera era único.

-¡De ninguna manera haré eso! No le hago a esas cosas como tú, dobe.

-¡¿QUÉ?! ¿Qué insinúas? -sacudió su cabeza y guardó la calma- Como sea. Iré por un conjunto que olvidó una prima hace tiempo.

El Uzumaki no tardó en regresar con un conjunto de encaje rosado y un moño rojo en el medio de ambas piezas: -Bueno, póntelo.

El azabache no quiso verse como un cobarde, pero tampoco quería que la pelirosa lo viera tan rebajado al nivel de Naruto, así que tomó las prendas y se dirigió a un cuarto junto a la estancia.

-Hey Sai... -llamó Naruto- Vayamos a ayudar a Sasuke, de paso le llevamos una falda.

El chico pálido se levantó sonriente y entró al cuarto con el rubio, iniciando una pelea con el Uchiha que terminaron ganando sus amigos al lograr ponerle una falda y un par de medias hasta la rodilla.

-Bien, ya tienes el sostén, la falda y las medias -dijo Naruto- Sai, ¿tienes la tanga? 

El chico la tomó del piso y la extendió para verla: Wow, ¿cómo les gustan estas cosas a las chicas? Se en incómodas.

El azabache ignoró aquello y seguía peleando con abrochar el sostén. Naruto pensó por un segundo: -Oh vamos. Seguro crees que Ino se vería linda en esa cosa, -el castaño se sonrojó- igual que yo creo que Hinata se vería guapísima pero en color lila. 

-¡Pervertidos! Cállense y ayúdenme con esta cosa.

Naruto se acercaba a su amiga, pero la puerta del cuarto se abrió dejando ver a una pelirosa que abría sus ojos conforme se daba cuenta de lo que pasaba-Sa-sasuke-kun, ¿qué haces? 

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