-Y asi es como mi perrito Floffy falleció cuando tenía quince años, -el peliplata suspiró- Desde ese día todo fue diferente para mi.
Toda la clase se la había pasado contándoles anécdotas de su vida como estudiante, recalcando su excelencia en todo, el ser el favorito de todos los profesores sin excepción y como bonus extra, era bastante popular entre las chicas. Incluso más que Sasuke o Neji.
Al terminar su relato de su perro fallecido Shikamaru alzó la mano con su típico gesto de aburrimiento:- Oiga, ¿cuándo nos dará clases de verdad?
-¿En verdad quieres clases de verdad? -Shikamaru se encoge de hombros- ¿Estás consciente de que apenas de clases de verdad habrá exámenes?
La expresión del Nara cambió por completo con el hecho de imaginarse el trabajo que implicaría el estudiar. Sonrió de lado y rio con nerviosismo: -Chicos, propongo que en la clase de mañana hagamos un tributo al perro de Kakashi sensei.
Muchos rieron, Temari estrelló su mano contra su frente, su novio jamás cambiaría, pero eso le encantaba.
La campana indicó el fin del día de clases, haciendo que muchos salieran corriendo hacia sus clases, o en el caso de los que tenían pareja ir a algún lugar para pasar el rato juntos. Sakura, Sasori y Sasuke fueron los últimos en dejar el salón de clases; si, para desgracia del Uchiha Sasori había logrado convencer a sus padres de que lo dejaran terminar su último año de escuela secundaria en Konoha. Apesar de que odiaba que Sakura le de tanta atención a aquel pelirrojo siempre la esperaba después de clases y, desde su punto de vista haciendo mal tercio, los acompañaba a casa de los Haruno, donde se quedaba el chico en lo que sus padres le conseguían un apartamento para él solo. Al acompañarlos escuchaba sus conversaciones animadas, por más que la pelirosa intentaba que se incluyera en la conversaciones él se negaba y permanecía callado todo el trayecto: en ellas escuchaba historias de ellos cuando eran pequeños, muchos nombres salían a la luz y eso no le gustaba, pues todos eran nombres de hombres.
-Hey cerezo mío, -llamó Sasori a Sakura en el salón- ¿Quieres acompañarme a casa de un amigo? Es"artista" y podría enseñarte algunas de sus esculturas.
Sasuke, apretó la mandíbula pero se ahorró sus comentarios. Intentaba hacerle caso a su hermano y dejar de preocuparse por el que Sakura lo dejara. Era difícil, pero debía confiar en ella.
-Sería fabuloso, pero... -miró al azabache de reojo y sonrío para sus adentros- Pero tendrá que ser en otra ocasión. Es viernes y me gustaría ir a casa de Sasuke. Disculpa.
Sasori sonrió y asintió. Aunque parezca lo contrario Sasuke le agradaba, le enternecía su relación con su rosada amiga y disfrutaba hacerlo enojar con su presencia. Por hoy había sido suficiente, así que con un saludo de mano a ambos se perdió entre la multitud de chicos que salían de la institución.
-Bueno Sakura, con que quieres ir a mi casa, ¿uh? Debiste avisarme antes para decirle a Itachi que prepara algo de comer.
Sasuke miró a Sakura, quien permanecía de pie con una sonrisa en su rostro. Lo observaba atentamente como siempre, aunque ahora algo le hacía pensar al Uchiha que estaba rara.
-¿Hola? ¿Sigues ahí?
Sakura, ignorando al azabache, echó un viatazo para cersiorarse de que eran los únicos en el salón. Al ser asi se dirigió a la puerta y la cerró.
-¿Qué haces?
La pelirosa se giró e hizo contacto visual con Sasuke. La mirada que la chica tenía era parecida a la de una leona que acecha cautelosamente a su presa antes de atacar. Con pasos sigilosos pero decididos fue acercándose al Uchiha, quién más allá de confundido estaba extrañamente nervioso. La distancia entre ellos se fue acortando siendo algunos centímetros los que los separaban. Sasuke se cruzó de brazos para usarlos de escudo, Sakura posicionó sus manos contra la pared, a los costados del chico acorralándolo.
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Instagram 《SasuSaku》
FanfictionEl amor que surge entre Sasuke y Sakura reflejado en sus redes sociales. Muchos ojos los ven. ¿Quién será el espía?