Holaaa! Decidí hacer pequeños especiales hoy, mañana y el domingo antes de Navidad. Espero les gusten.
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—¡Niños, reúnanse! —llegó Kakashi gritando al salón usando un gorro navideño y una nariz roja.
—No entiendo, ¿eres reno o el gordo? —preguntó Sasuke burlón.
—Soy tu padre, ¿ok? —todos rieron— Bueno, ahora, hagan un círculo y siéntense en el piso.
Mientras los alumnos acataban las indicaciones, Hatake acomodaba entre sus piernas un saco rojo y papeles.
—¿Qué es eso? —preguntó el Uzumaki curioso.
—Me alegra que hagas esa tan inteligente pregunta, Narutito. —le sonríe— ¡Haremos el Santa Secreto!
Todos sus alumnos aplaudieron emocionados.
—¿O sea que hoy no hay clase? —preguntó ahora Shikamaru— ¡Eso!
—Hmp, bueno. Creo que no hace falta explicarles cómo funciona esto, pero por si las dudas... —aclaró la garganta— Todos tomarán un pedazo de papel, escribirán su nombre, tres cosas que quieren y cosas que no aceptarán. Ya saben, para evitar problemas. ¿Entendido?
—¡Si! —gritaron a la par.
—¿Habrá límite de costo? —preguntó nuevamente Naruto.
—Nope. —respondió el mayor.
—¡Diablos! Amigos, no pidan cosas muy caras, por favor.
—¡No seas codo! —le dijo Neji del otro lado del salón.
Nuevamente las risas invadieron el lugar.
Repartieron las hojas y cada uno comenzó a escribir. No tardaron mucho, de hecho, todos sabían perfectamente lo que querían.
—¿Listos? —los alumnos asintieron— Bien, doblen el papel y pónganlo en la bolsa que dejé en el centro. —cuando todos lo hicieron, Hatake tomó la bolsa y la sacudió— Ahora, pasamos la bolsita y cada uno de ustedes tomará un papel; si se tocaron a ustedes mismos...
Sasuke lo interrumpió: —Si, si. Lo devolvemos y tomamos otro. No somos tontos.
—Bueno, algunos me sorprenden mucho, aunque no lo creas. —respondió Kakashi.
La bolsita roja fue de mano en mano hasta que todos tuvieron su papelito. Afortunadamente ninguno repitió o se tocó a si mismo.
—Muy bien, ¿tienen preguntas?
Sakura alzó la mano: —¿Para cuándo es el intercambio?
—Mmm, para el viernes.
—Pero eso es en dos días. —se quejó Neji.
—Entonces deberán apresurarse. —el peliblanco les guiñó un ojo.
Las listas de deseos eran las siguientes...
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