Cinco Años Antes...
ARCHIE JANKINS
Veo al piloto, al asistente de vuelo y a mi nueva azafata esperándome de pie a espaldas de las puertas del hangar.
Los tres me hacen una reverencia y se las devuelvo con simpleza y mucha rapidez.
Las piernas largas y esbeltas barnizadas en lycra gris captan absolutamente mi atención, no puedo reparar en otra cosa que no sean los muslos apretados por la falda tubo o los zapatos negros de tacón de esa chica.Me encantaría descargar toda esta horrenda tensión que traigo desde hace un mes, tirándome a la sexy sobrecargo de ojos marrones, moño alto y labios rojos como la sangre.
Qué putas ganas tengo de sentármela encima y hacer que me monte el bendito...
—Es un día estupendo para una ruta de seis horas señor Jankins.
Ella habla y su boca hinchada, roja y bien definida manda choques de electro directo a mi bulto.
Las palabras le salen despacito, con suavidad brutalmente sensual. Toda una ardiente profesional que sabe que su nuevo jefe no se le va a andar con demasiadas vueltas.
La miro expresando lo que mi cabeza; la de abajo y bien condimentada anda deseando, follármela desde la boca hasta los pies las seis benditas horas de vuelo.
—Estoy totalmente de acuerdo contigo —la tuteo y aprieto más de lo debido su tibia y tersa mano cuando la saludo—. Va a ser un viaje estupendo.
Antes de estrecharle al piloto y su copiloto me detengo en la blusa blanca, ajustada adornada por una corbata roja.
Tan perfectamente arreglada.
Tan exquisita es, que imaginar que le voy a quitar la ropa en un santiamén, que le voy a soltar el pelo y le voy a dar duro sólo me pone más inquieto y más caliente.
Entre mi castidad en el matrimonio, mi promesa de serle fiel a la infiel de mi esposa y el amor platónico y casi demencial que desarrollé por un ángel prohibido me encuentro en mi más primitivo, excitado y cachondo estado evolutivo.
Soy un sexoso que piensa en coger a toda hora con cualquier ardiente mujer que se le cruce por el camino.
—Será un vuelo tranquilo y sin turbulencias —me informa el piloto e inexorablemente me sonsaca una sonrisa.
Para la cabina cerrada va a ser un vuelo tranquilo porque en mi apartado las turbulencias me las va a dar la azafata brincándome la verga, arañándome los hombros y gimiéndome en el oído que la parta al medio sin delicadeza.
—Gracias —repito el acto de cordialidad y le entrego mi equipaje; un portafolio con documentos y un maletín de mano.
—Archie —mi amigo luce preocupado cuando me toca despedirme de él—, ¿seguro de que vas a dejarlo todo?
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Dancing in the Darkness © +21
Ficción GeneralLIBRO 1 DE LA SAGA DEVIL'S DANCE Harta más que acostumbrada, a vivir bajo la sombra de sus hermanos decide mudarse a Mónaco con el pretexto de renovar sus rumbos, inscribirse en una nueva Universidad y culminar su maestría en psicología. Mujer de t...