CAPÍTULO 23

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“Sickly Jealousies”

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“Sickly Jealousies”

Lunes.

A veces amo los lunes y a veces los odio.

Hoy... Los odio.

Estoy de mal humor mirando mi barriga, empezando a sospechar que padezco de sonambulismo y anoche me tragué medio refrigerador en el limbo del sueño.

—Estoy hinchada y me duelen los malditos ovarios —susurro masticando la tapa del bolígrafo.

Retorciéndome del dolor por los cólicos que me hacen la mañana miserable.

¿Por qué no te vas antes? Escribe Pía en mi cuaderno.

—Porque la clase de Psicología es importante —musito—. Son las antesalas del semestral y no puedo faltar. Tengo que tomar muchos apuntes...

Hago una mueca de dolor y me encojo en el asiento cerrando la mano en un puño, tomando aire como puedo.

Yo te paso mis apuntes.

Le muestro el dedo negando, privándome de hablar porque cuando los cólicos de la regla te estrujan hasta las entrañas sólo consigues concentrarte en algo muy básico y primordial: respirar.

Vete a casa, ponte algo caliente y toma un té. Si vas a ir a la agencia no puedes andar llorando por los rincones.

—¡No, Pía! —elevo tanto la voz que todos mis compañeros se dan la vuelta y mi profesora me mira con impaciencia.

—¿Hay algo que desee acotar señorita Donnovan?

—N-no... —me paso la mano por la frente sudando en frío, sintiendo el chucho esparcirse por cada terminación nerviosa de mi cuerpo—. Lo siento.

Intento acoplar mi respiración a los latidos de mi corazón.

Escucho a mi profesora indagar sobre si me siento bien, si quiero salir un momento, si necesito aire fresco.

A todo le respondo con un ademán de manos, denegando.  No pienso siquiera en levantarme. Es tal el grado de dolor abdominal que únicamente ansío que deje de enfocar la atención en mí y continúe con la clase.

Cosa que hace y cuando nadie me repara meto la mano en mi bolsa, sacando tres calmantes.
Me los pongo los tres en la boca y los bajo con el capuccino helado que compré antes de entrar a primera.

Dancing in the Darkness © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora