CAPÍTULO 61

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"Training Day"

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"Training Day"

CIRO

Alguien llama a la puerta y salto de la cama, viéndola con la acusación latente, aún sin lanzársela.

—Room service —vuelve a explayarse en la cama con su desinterés tan fresco y característico, y colocándome los joggins voy a su lado.

—Cúbrete —tironeo la suave sábana de seda y la tapo.

El golpeteo no cesa y yo lucho contra la mañosa pelirroja que se quita puta la tela de encima.

—No me hagas cabrear, Alexandra.

—¿Por qué tendría que cubrir lo que Dios me dio? Que por cierto es muy hermoso como para andar ocultándolo.

Lo dice con arrogancia e inmaculadas ganas de sacarme de paciencia. No lleva ni media hora cerca mío y ya me está tentando la idea de retorcerle el cogote.

—Porque... —aprieto la mandíbula y al final callo la respuesta.

Decirle que lo mío no lo ve cualquiera sería anticiparle una noticia que le caerá como un bloque de cemento. 

—El Diablo se ha quedado callado... Otra vez —me mofa con altanería—. Si se te hace un hábito me voy a aburrir. No me gustan las personas que piensan mucho y dicen poco.

Le entierro los dedos en la barbilla, acercándome a su precioso rostro de muñeca de colección.

—No me provoques porque vas a salir perdiendo.

—¿En serio?

—Sí.

Se incorpora y me avanza.

Tengo que relamerme pues estoy tentado de morderle la boca al sentirla tan próxima a mí.

—¿Y qué se supone que voy a perder Diablillo?

La libertad.

La libertad de elegir, de probar, de comer, de ver, de estar, de ser...

—Mejor empieza a portarte bien conmigo, mi vida —le tiro un beso voraz y rápido—. Porque ciertas cosas no serán igual que antes.

—Estoy de acuerdo, un mes cambia a las personas; ya lo ves. Tú aprendiste a pedir perdón, a quedarte callado y a arrastrarte por una mujer —su perfecta y espectacular sonrisa rompe en sus facciones—. Yo, por el contrario aprendí a no dejar que nadie venga a decirme lo que tengo que hacer —respira sobre mí, lo hace a drede, quemándome en el calor de su aliento—. Ahora, hazme el favor y abre la puerta... O lo haré yo sin absolutamente nada puesto.

Dancing in the Darkness © +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora